Suistudio acaba de presentar su nueva campaña de otoño-invierno y en ella se puede ver mujeres vestidas de traje acompañadas de apolíneos hombres desnudos. Muy atractivos, pero su desnudo no viene a cuento, más que para sembrar polémica. Si la campaña fuera al revés, hablaríamos de cosificación de la mujer, pero ¿acaso ésto no es también cosificación?
La firma holandesa ha conseguido lo que pretendía: convertir en estas imágenes en virales para mostrar una colección en la que las mujeres visten con moda tradicionalmente masculina: trajes de corte impecable y cinturones anchos, con un toque femenino como las sandalias de tacón de aguja o los largos pendientes. Lo mejor de la sastrería femenina que contrasta con los cuerpos de los hombres acostados en el sofá o encima de una alfombra.
Hombres que aparecen como si fueran un objeto más del salón de lujo en el que se ha hecho el shooting. Casi como si fueran un accesorio extra para mostrar el poder de la mujer. Aparecen en prácticamente todas las fotos y en ninguna de ellas se puede ver su rostro. ¿Es esto empoderamiento de la mujer? Este cambio de roles en el mundo de la publicidad tampoco favorece la igualdad de géneros.
Fotos | Suistudio
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