Con los influencers uno ya nunca sabe que esperar. Tan pronto anuncian un embarazo como lavan dinero para el crimen organizado mexicano. Welcome to 2024, el año más inesperado en redes sociales. Lo que no teníamos en nuestra quiniela es que dos creadoras de contenido acabaran en los juzgados por ser amantes del beige. Las protagonistas de esta trama son Sydney Nicole Gifford, que acusa a Alyssa Sheil de "copiar su estética neutra, beige y crema en redes sociales".
No es una broma. Según la demanda, Gifford señala a Sheil por copiar no solo su estilo visual, sino por "usar las mismas fuentes tipográficas, ángulos de cámara, decorar su apartamento como ella, tener el mismo corte de pelo, un tatuaje parecido, promocionar los mismos artículos de Amazon y usar la misma estética neutra en sus redes."
Esta historia comenzó con un acercamiento en el que las dos tiktokers quedaron para valorar una colabo. Después de ese encuentro, Sheil bloqueó a Gifford de sus redes y empezó a publicar un contenido con una vibe muy similar a la suya. Para hacerle frente, Gifford la denunció en redes sociales pero la cosa no hizo más que empeorar. Todo lo que publicaba era "idéntico a su contenido", decía ella.
Por eso, Gifford decidió registrar el copyright de todos sus vídeos, para poder probar su propiedad. Después puso una demanda bajo la Ley del Copyright Digital (DMCA), argumentando "infracción de derechos de autor y violación de su trade dress”. Ella asegura que la imitación de Sheil le ha costado seguidores, interacciones y ventas.
Para demostrarlo, ha incluido 140 fotos y 18 vídeos y pedido 150.000 dólares y el cese del perfil de Sheil. En las imágenes se ven similitudes, pero con elementos sin protección de copyright como colores nude, camisetas y productos que no son creación ni producción de Gifford. Por eso, los abogados de Sheil pidieron que se desestimaran la mayoría de estos cargos. Sin embargo, el 19 de noviembre un juez confirmó que la demanda puede seguir adelante.
Ante este plot twist del mundo influencer surge una importante pregunta. ¿Tiene sentido esta demanda? La mayoría de creadores de contenido se suben a las últimas tendencias y, hoy en día, las similitudes online son inevitables. Las ideas fluyen rápido y los límites entre inspiración y copia son difusos.
Sin embargo, si Gifford ganara podría sentar un precedente peligroso. Los creadores tendrían una nueva herramienta para controlar su marca, pero al mismo tiempo podría sofocar la creatividad y la colaboración que hacen que las redes sociales sean tan vibrantes. Si alguien puede monopolizar un estilo, ¿qué pasará con las tendencias que nacen precisamente porque se viralizan y se replican?
Fotos | Denuncia de Gifford.
En Trendencias | Black Friday 2024: estas son las fechas y descuentos en Zara, Mango, El Corte Inglés, Stradivarius y más.
Ver 0 comentarios