Las redes sociales han cambiado el mundo. Para bien y para mal. Lo que antes quedaba en un círculo reducido de amistades tangible, ahora se ha exponenciado hasta cubrir todo el globo. Hay quien tiene followers y likes procedentes de todos los rincones del planeta, que engrosan sus redes de influencia en Facebook y llaman "amigos" a la ligera. Pero, ¿eso es realmente amistad? Te contamos cómo aprender a diferenciarlo de la forma más objetiva posible.
La definición oficial de la amistad
"Amistad: afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato" - Real Academia Española.
La RAE lo tiene claro y nos habla de una relación a la vieja usanza. Sin embargo, hemos cambiado nuestro grupo de amigas de toda la vida por cientos de seguidores en Instagram. El "los amigos se cuentan con los dedos de una mano" ha sido sustituido por un puñado de relaciones poco intensas que se alimentan a golpe de like.
El número Dunbar afirma que es imposible
¿Recordáis a Aristóteles? El filósofo decía aquello de que "el amigo de todos no es amigo de nadie" y razón no le faltaba. O, dicho en otras palabras, "quien mucho abarca poco aprieta". Lo que venimos a explicar es que el que intenta contentar a demasiada gente al final no consigue profundizar en su relación con nadie. No lo decimos nosotros, lo dice el antropólogo Robin Dunbar, que incluso creó una teoría científica en 1993 para que lo entendiéramos.
El número Dunbar establece que el ser humano tiene un límite de relaciones estables que es capaz de mantener. Unas 150 de media a lo largo de nuestra vida. Esta idea se basa en el tamaño del neocortex cerebral, responsable de procesar la información que implica una relación directa. ¿Qué entendía él por "relación estable"? Una que genera "una relación cohesionada y un lazo reconocible, con confianza e inversión de tiempo mutuo."
Esta idea ha sido puesta a prueba en diversas colectividades y se ha demostrado siempre, convirtiéndose así en el argumento más sólido sobre dinámica social. Sin embargo, las redes sociales han cambiado nuestro paradigma. Ahora parece que el éxito depende de quien más contactos tenga, sobrepasando ese 150 del que hablaba Dunbar por millones. Y el científico tiene algo que decir al respecto:
"Mientras puedes proclamar que tienes esta gigantesca red de personas que conoces en un sentido vago la mayoría de las veces, yo no las llamaría relaciones. Son voyeurs."
Los círculos sociales se han difuminado
Para comprender el cambio de paradigma de la amistad en la época actual, hemos consultado con el director de Quality Psicólogos y profesor de la Universidad Cardenal Cisneros, Enrique García Huete. Él afirma que la definición de amistad se ha estropeado y recurre a la teoría de los círculos sociales para explicarse.
"Las relaciones humanas se disponían en círculos concéntricos. El exterior se componía por las personas que hemos conocido en la vida cuya influencia y apego es nula a nosotros. Después estaba el círculo de conocidos con los que no nos relacionamos, como vecinos o profesores. El siguiente más interior está compuesto por personas importantes, como un grupo social, compañeros de trabajo o estudios. Finalmente tenemos el círculo íntimo, en el que solo está la pareja, la familia más cercana y uno o dos amigos íntimos.
Sin embargo, ahora esos círculos se han difuminado y cualquiera es definido como un amigo. Esto deteriora el concepto de amistad y relación social, haciendo importante recuperarlo como alguien habitual en tu vida con comunicación profunda."
Por el interés te quiero, Andrés
Las redes sociales han sido el origen de conceptos tan ambiguos como el #friendshipgoals o el #girlsquad. Utilizados a menudo para referirse al grupo de amigas de alguna famosa o it girl con millones de seguidores. Éstas comienzan a meter conocidos de sus círculos exteriores en sus círculos concéntricos con calzador, aparentando tener decenas de amigas incondicionales. Así, se codean con la crème de la crème, como actrices, modelos, cantantes o socialités.
Basta con ver el caso de la despedida de soltera de Chiara Ferragni o el del #Dulceweekend de Aida Domenech. Se rodean de otras personas con perfil similar al suyo porque juntas reúnen ejércitos de followers y logran mayor éxito que por separado. ¿Pero son realmente amigas? Habrá algunas que sí y otras que lo hagan todo por el postureo.
Según el psicólogo social Enrique García, "las influencers son personas que han sabido hacer un buen marketing de sí mismas, convirtiéndose en referentes." Así pues, dar una imagen de amistad y de codearse con gente importante es un boost a este marketing. Y, de paso, de contagiarse varios miles de followers.
Hay pocas opiniones y estudios a favor de la amistad en social media
Uno de los pocos estudios sobre roles en redes sociales realizados por el Pew Research Center afirma que un 94% de los adolescentes interactúan con sus amigos ya existentes en redes sociales, haciéndoles sentir conectados y al día con la vida de sus amigos. Este dato puede no sorprender demasiado, pero este mismo estudio habla maravillas de las redes sociales como espacio para hacer nuevos amigos.
"Estos espacios tienen un rol importante en establecer amistades, conectando a un 64% de los jóvenes a nuevos amigos y permitiéndoles saber más de ellos y conocerles mejor. Así, se acelera la velocidad de la relación y se sienten más unidos en menos tiempo."
No es amistad, es extimidad
Para estos jóvenes, Facebook les ayuda a "pisar a fondo" en la velocidad de una amistad. Esto se debe al concepto de extimidad, que la doctora en Ciencias de la Información Lucía Tello acuña como antítesis de intimidad. Según su tesina, las redes sociales:
"Implican un continuo feed-back entre emisores y receptores, aunque también suponen la perversión del concepto de intimidad por parte de los usuarios, quienes valoran por encima de su salvaguarda, su publicidad."
Así pues, esa sensación que los usuarios perciben como acercamiento vía social media entre unos y otros es en realidad una anulación de lo privado que no ocurre de forma personal con otro individuo, sino con el conjunto de todos los followers.
Conclusión: necesitamos un salto al offline
Existen casos reales de personas que se han conocido por redes sociales y han entablado amistades profundas y duraderas. ¡Decimos más! Incluso relaciones que han llegado al matrimonio gracias a Tinder. Sin embargo, pocos estudios además de este mencionado anteriormente apoyan la teoría de que es posible crear vínculos de amistad intensos a través de una pantalla. De hecho, estas parejas de Tinder o esas amigas de Instagram siempre han terminado dando el salto al offline, quedando para conocerse mejor.
En conclusión, podemos afirmar que las amistades que se hacen con una pantalla de por medio pueden llegar a ser importantes en nuestras vidas, pero para ello requieren el salto al cara a cara. Como dice este estudio de The Guardian, "Internet te ayuda a coleccionar personas, pero el contacto personal es siempre necesario para crear amigos de verdad."
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