Una piscina en un hotel de Marruecos. Agua. Relax. Un desayuno compartido. Colores vivos. Esos son los ingredientes de la receta de moda en Instagram. Influencers de todo el mundo quieren su momento de gloria en el lugar soñado. Y, por supuesto, los propietarios del hotel no han tardado en sacarle partido. Esta es la historia de cómo una polémica sobre plagio ha dado lugar a que un hotel casi desconocido se haya convertido en el más solicitado.
¿Cómo puede una acusación de plagio poner de moda una piscina?
Todo empezó con una de esas polémicas sobre plagio de imágenes que tan a menudo hemos visto en Instagram. Esta es la publicación con la que empezó todo:
Lauren Bullen, una conocida instagrammer con 828k seguidores, subió esta imagen de un idílico desayuno junto a la piscina este verano. Acumula, en estos momentos, más de 110.000 likes. Unas semanas después, una imagen prácticamente igual (y con el mismo texto) aparecía en la cuenta de @diana_alexa. La cuenta, a día de hoy, es privada, pero las capturas de pantalla son la implacable hemeroteca de hoy en día:
Las acusaciones de plagio no se hicieron esperar. La controversia disparó la popularidad de Lauren Bullen y su pareja, Jack Norris, ambos bloggers e instagrammers de viajes. Eso llevó a los más escépticos a pensar que era una polémica buscada. Y, de hecho, se comprobó que la cuenta de @diana_alexa y la de Lauren compartían la misma dirección de correo electrónico.
De todos modos, Lauren Bullen negó los hechos en una entrevista a Cosmopolitan: «Mi pareja y yo ya éramos influencers respetados. ¿Por qué íbamos a arriesgar nuestro prestigio haciendo algo así?». Lo cierto es que la semana en que estalló la polémica, Lauren ganó unos 200.000 seguidores en su cuenta.
¿Qué sabemos sobre la piscina?
Polémica inicial aparte, el hecho es que la piscina está por todas partes en Instagram. El hotel en el que se encuentra es el Riad Jasmine y sus propietarios son, probablemente, los mayores beneficiados de esa polémica que ha puesto de moda su piscina. Abierto desde 2002, la pareja francesa que lo dirige decidió el año pasado darle un giro a sus estrategias de marketing y orientarlo a las nuevas tendencias de influencing por parte de bloggers e instagrammers.
Las habitaciones del Riad Jasmine oscilan entre los 95 y los 125 euros por noche. Pero no es eso lo que pagan los instagrammers. Ellos no pagan nada. La propia Lauren Bullen reconoce que el hotel los invitó a pasar dos noches a cambio de un post en su cuenta y otro en la de su pareja. Aunque la dirección del hotel no quiere dar demasiados datos sobre las condiciones de sus colaboraciones, sí confiesa que en ocasiones los beneficios van más allá del alojamiento gratuito. «Depende el número de seguidores que tengan, del feeling que tengamos y de lo que ofrezcan».
Actualmente, alojan a dos o tres bloggers cada mes. No pueden asumir más porque son un pequeño hotel de siete habitaciones. Algo muy productivo, si tenemos en cuenta que Alice Tassery, la propietaria, reconoce que el 80% de los huéspedes que reciben eligen su hotel porque han visto las imágenes de la famosísima piscina en Instagram o Pinterest. Todos, claro, se llevan su propia foto en el agua.
La locura
Parece mentira que un lugar con un aspecto tan zen haya sido el escenario de la locura fotográfica. Pero ha sido así... y estas son las pruebas:
Imágenes | Instagram.
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