Max Alexander es un niño californiano que, según documenta su madre en redes y ha contado a medios estadounidenses tales como People, empezó a confeccionar ropa a los cuatro años de edad. Ahora tiene siete, vende sus diseños a nivel internacional y hasta recibe encargos de celebrities. Además, por si todo esto no fuera ya de por sí solo un auténtico "wtf?", la historia sigue y hasta plot twist surrealista tiene ya que el pequeño asegura haber sido Guccio Gucci en otra vida.
A la edad en la que los niños se esfuerzan en aprender a sostener un lápiz correctamente y escribir sus nombres, Max Alexander aprendió a coser con máquina y ya sabía nombrar a una de las figuras más importantes de la historia de la moda: Guccio Gucci. Y es que, el pequeño de cuatro años afirmaba (y sigue haciéndolo) haber sido el exitoso diseñador italiano y fundador de la firma de moda homónima en una vida anterior.
Dejando a un lado este curioso dato que, por razones obvias, es inverificable, lo cierto es que el crío parece tener un arte innato para el corte y confección. En una entrevista con la revista People, su madre (de nombre Sherri Madison) ha contado que no es que ella descubriera accidentalmente que su hijo tenía aptitudes para la costura sino que fue él mismo quien se lo anunció un día:
"Estábamos cenando un día, durante el confinamiento, y literalmente nos dijo que necesitaba un maniquí. Lo dijo muy serio, sin reírse", explica Madison a People. A ella le sorprendió aquella petición pues su hijo nunca antes había mostrado interés por la moda. Sin embargo, él no dudó en su contestación: "eso es porque no tengo un maniquí. Si me consigues uno, te demostraré que soy diseñador de moda", cuenta que dijo Max.
Así que su madre, que trabajaba como artista con este material, le hizo un maniquí de cartón y en cuanto estuvo en sus manos, empezó a hacer ropa. De hecho, Madison recuerda como salió corriendo al despacho de su marido para que saliera a ver lo que estaba haciendo más: "Es una locura", le dijo.
Sobre todo porque el niño, recordemos que de solo cuatro años de edad, no tenía ninguna experiencia previa ni había estado expuesto a ese mundo. Aunque sí que le viene de familia pues sus bisabuelos y abuela eran todos costureros. Sin embargo, Madison asegura que Max ni lo sabía.
Después de haber confeccionado media docena de piezas ensambladas con nudos y cinta, Max le pidió a su madre aprender a coser. A pesar de ciertos reparos iniciales por su corta edad, Madison sacó su máquina y empezaron las clases. Durante dos semanas, no obstante, solo le dejó mirar cómo se hacía. Pero, cuando por fin empezó a coser él solo, Madison asegura que lo hacía muy rápido. Y no tardó en superar las habilidades de su propia madre, que lo acabó apuntando a clases en una escuela.
En lo que respecta al diseño, patronaje y otros aspectos de la confección de una prenda, Madison cuenta que eso fue todo un proceso intuitivo de su hijo a base de "ensayo y error" ya que ella no tenía ni idea de cómo hacerlo.
Desde entonces, Max ha diseñado más de 100 prendas, ha visto desfilar sus creaciones y hasta Sharon Stone le encargó una chaqueta. Su objetivo, por supuesto es ser, algún día, el director creativo de Gucci.
Foto de portada | couturetothemax
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