Paga 9 euros por un jersey viejo de segunda mano y resulta ser una pieza histórica de coleccionista digna de un museo

Dicen que la basura de una persona es el tesoro de otra. Esto es lo que cualquiera que entra a una tienda de segunda mano espera que deje de ser metáfora para materializarse en una prenda de marca cuyo auténtico valor haya pasado desapercibido al vendedor.

No suele pasar a menudo pero sí alguna vez. Y la prueba es la historia de Natalie Miller, una habitual de los mercadillos y tiendas de ropa usada de Portland en Estados Unidos.

Esta mujer estadounidense, de 37 años, se encontraba un viernes cualquiera en una venta de patrimonio de su ciudad cuando una prenda, que parecía hecha a mano, llamó su atención:

"Estaba rebuscando en una caja de jerséis y vi lo que pensé que era una colcha vieja al fondo, contó Miller al portal Insider. "Me encantan las colchas y siempre las busco cuando hay este tipo de ventas. Pero me emocioné cuando vi que en realidad era un suéter con la parte delantera acolchada".

Sin embargo, las sorpresas no acabaron ahí porque, cuando desabrochó los botones y miró dentro de la prenda descubrió una etiqueta que señalaba que era de la marca Ralph Lauren. Y, después, encontró otra en la que se explicaba el origen del jersey: La prenda había sido confeccionada con una colcha antigua.

Se la llevó, sin dudar, por 10 dólares (menos de 10 euros al cambio) y, en cuanto llegó a casa, investigó hasta descubrir que se trataba de una prenda hecha a mano del diseñador que pertenecía a la temporada Otoño/invierno 1982. Más concretamente, a una colección inspirada en el arte folclórico americano.

De hecho, las etiquetas con las instrucciones de lavado ya dejaban claro que se trataba de una pieza muy especial y recomiendan evitar los métodos de lavado modernos, pues pueden dañar permanentemente sus delicados textiles y tintes. En su lugar, se anima a airear la prenda al estilo tradicional del siglo XIX. Además de a consultar con un experto en textiles antiguo si era necesario limpiarla.

Aunque, en un principio, Miller pensaba quedarse el jersey, tras descubrir su historia, no le gustaría que se quedara olvidado en su armario y espera que este trozo de historia pueda acabar en un museo.

Foto de portada | Dan Gold, Natalie Miller

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