Pocas portadas me sorprenden. Hay algunas que me gustan más o menos, otras que me enamoran pero pocas de ellas llegan a provocarme sorpresa. Pero hoy, cuando me he despertado y he abierto mi ordenador (con café calentito en mano) he saltado de la sorpresa. Y todo por la portada de Vogue Francia: Charlotte Casiraghi fotografiada por Mario Testino. Sabemos que estos dos tienen muy buena relación (en el pasado desfile de Chanel ya vimos que lo suyo no era para quedar bien) pero de allí a lo que os traigo hoy hay un abismo.
Aunque no sé si lo que más me sorprende es que sea bajo las órdenes de Emmanuelle Alt: desde que hace unos meses se quedara con el puesto de la mismísima Roitfeld sus trabajos no habían destacado (en gran medida). Hasta hoy. Sabemos que la nieta de Grace Kelly tiene una belleza natural heredada por su madre y abuela, pero esto nos lo corrobora a la máxima potencia: no tengo ningún 'pero' a la imagen.
Puede que sea producto de mi sueño, que mis neuronas todavía están muy dormidas o que tengo predilección por la 'modelo' y el fotógrafo pero junto a Harper's Bazaar España, esta me parece una de las mejores portadas vistas últimamente. ¿Qué os parece?
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