La verdad es que cuando vi la foto de Rachel Weisz en la próxima portada del mes de julio de Harper's Bazaar me quedé boquiabierta. La actriz de El jardinero fiel aparece en ella irreconocible y no en un sentido negativo, sino que Rachel se ve maravillosa.
Su cintura no podía ser más pequeña y sus ojos más enigmáticos. Tal vez sea por la pose, pero me parece que Rachel ha bajado muchísimo de peso. Pero creo que la magia se debe no solo a la Weisz, sino al maravilloso vestido de terciopelo negro de Armani. Parte de la colección de Otoño-Invierno 2009/2010, el detalle bordado en el hombro hace el diseño un tanto vintage con toques de modernidad por el cabello y el maquillaje de Rachel.
Pero si la portada es ya impactante, el resto del editorial también tiene lo suyo. Vemos a Rachel en diseños sobrios y elegantes de grandes firmas. Aparece con un vestido gris largo de Donna Karan y por si alguien pensaba que entre más cubierta menos sexy, aquí tiene la prueba de su error.
El vestido de plateado y negro de Balmain imprime el toque de elegancia rockera, mientras que el diseño de color tabaco de Bottega Veneta se hace más elegante con esas kilométricas botas hasta media pierna de Alexander McQueen.
Foto | Red Carpet Fashion Awards