La semana pasada conocimos la primera portada de Emmanuelle Alt al frente de la edición francesa de Vogue. En ella vemos a una guapa Gisele Bündchen posando de manera seductora (como sólo ella sabe hacer) en medio de un camino perdido por el monte. A mucha gente le desagrada, a otra mucha le encanta, y es que con el tiempo la nueva editora del Vogue Francia irá cogiendo su estilo. Es cuestión de tiempo.
Pero el tema de hoy no es la portada en sí (ya hablamos de ella con anterioridad), el tema de hoy es el vestido elegido para ésta. Blanco, de manga larga, corto y semitransparente. La prenda ideal para las tardes de verano más glamourosas. Para esos días de después de la playa, cuando tenemos la piel bronceada y todo nos sienta genial. Y es que este modelo aparece en otras dos portadas. Pero lo peor de todo es que estas otras dos son diferentes ediciones de Vogue. ¿Es que se ponen de acuerdo? ¿No pueden elegir otro vestido?
Con la cantidad de grandes firmas que hay en el mercado y tres ediciones de una misma revista coinciden con la misma prenda con un mes de diferencia. ¿Dónde está la originalidad? Éste lo firma Dolce & Gabbana y está sacado de la colección Primavera-Verano 2011. La verdad es que me encanta, debo reconocerlo…
La primera portada en enseñarnos este vestido fue la versión española el pasado mes de Febrero. Ésta es de lo más romántica gracias a los tonos usados: pastel y letras rosas. ¡Me gusta! ¿Qué os parece?
Y para el mes de abril 2011 la versión alemana de Vogue nos trae una portada de lo más veraniega: la playa cómo protagonista. El vestido aquí, a mi parecer, no luce tanto como en las anteriores, pero la composición de ésta es perfecta.
¿Con qué portada os quedáis?