Vogue París desnuda a las modelos para un editorial sobre bolsos

Polémica, esto es lo que queremos todos. Polémica para que se hable de nosotros y para que demos la vuelta al mundo con una sola imagen. Los ideales del clasicismo y de la buena imagen hace tiempo que están desterrados de cualquier filosofía empresarial del panorama editorial. Pasó con Vogue India y su peculiar retrato de la pobreza y pasó también con la propia edición francesa hace unos meses.

Parece ser que a Carine Roitfeld, la editora de la revista en Francia y gurú entre las gurús, le va la marcha, y tiene detrás a gente de marketing muy lista a la hora de vender una publicación legendaria. Vogue París no necesita ninguna promoción para venderse sola, pero en ciertos tiempos de crisis, nunca viene mal una ayuda y evitar que sólo se vean las imágenes por Internet.

Un vistazo a…
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La polémica de noviembre viene con un editorial en el que todas las modelos salen completamente desnudas promocionando una serie de bolsos XXL que acaparan todo el protagonismo. ¿Pero es así? ¿Acaso son los bolsos el máximo atractivo de este editorial? ¿O son las mujeres desnudas las que centran toda su atención?

Para mí la pregunta es obvia: las mujeres son las que dan relevancia a un editorial que de otra manera se hubiese quedado en la línea de siempre, visto y olvidado para muchos y ensalzado por unos pocos. Pero al situar a todas las modelos desnudas, el editorial sobrepasa la barrera habitual y pasa a ser parte de la polémica global, en especial, por el uso de la mujer como objeto.

Considero un error cómo en los últimos meses (y años) las publicaciones de moda están apostando por este campo y desnudando a la mujer cuando es al contrario lo que uno se espera al ver la revista. Si hablamos de moda, dónde la encontramos en un cuerpo desnudo. Si estamos hablando de un editorial de bolsos, ¿qué beneficio tiene enseñar un bolso con una mujer sin ropa? ¿No sería más adecuado ver cómo combinaríamos esos bolsos XXL?

Al parecer, a Vogue París no le interesa este aspecto y se hace con los servicios del gran fotógrafo Mikael Jansson para conseguir adentrarse con un editorial en el campo del arte. Me imagino que esa será su justificación para haber hecho esta maniobra, porque sino no se entiende por ningún lado; además, estaremos en noviembre cuando se publique, y el clima y situación donde se representan las modelos evoca el verano.

Una revista de moda tiene que buscar el componente artístico, de eso no hay duda, pero nunca tiene que banalizar el cuerpo de una mujer al servicio de unos intereses (en este caso, empresariales) y menos aún, para generar simple polémica.

Esta jugada de Vogue recuerda a la última de Tom Ford que tanta polémica trajo y por consiguiente, cientos de críticas. Veremos si en este caso se repiten las acusaciones (aunque el estilo y clase de la primera es magnífico frente a este ejemplo).

Y por si fuera poco, la edición parisina de Vogue viene con un reportaje dedicado a Paris Hilton (por Mario Testino), el antimito de la moda. ¿El dinero es más importante que el prestigio de una revista?

En Trendencias | La edición más polémica de Vogue París, Vogue India y su particular retrato de la pobreza Fotos | The Fashion Spot

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