El éxito en Netflix de Hasta los huesos, la película protagonizada por Lily Collins, que tiene como tema central los desórdenes alimenticios, ha suscitado el interés en muchos espectadores por descubrir más productos de ficción en que la anorexia, la bulimia u otros trastornos asociados sean protagonistas. Hace unas semanas os hablábamos de las películas que retrataban a protagonistas que los sufrían y, hoy, queremos centrarnos en la pequeña pantalla. ¿Qué referentes televisivos tenemos para acercarnos a esta realidad?
Blair, de Gossip Girl
Sí, Blair Waldorf sufrió bulimia. ¿A que muchos lo habíamos olvidado? Esa es una de las grandes críticas que ha recibido el tratamiento de este desorden alimenticio en la serie: que nunca se llegó a profundizar realmente en un problema que es gravísimo. Es cierto que, en el punto temporal en el que comienza la serie, Blair ya ha pasado por su terapia y está aparentemente curada (lo sabemos porque, en los primeros capítulos, agradece a Serena su apoyo durante el tratamiento), pero Blair sufre algún amago de recaída que nunca se llega a tomar en serio. En el lado contrario, el de las alabanzas, algunos mencionan que el personaje de Blair Waldorf es un buen ejemplo de que la vida puede continuar después de superarlo para quienes estén atravesando esos momentos.
Hannah, de Pretty Little Liars
Los desórdenes alimenticios de Hanna, en Pretty Little Liars no se tratan de forma abierta durante demasiado tiempo en pantalla, pero es algo que siempre está latente. Sabemos que fue la chica regordeta de su instituto y que sufría bullying por esta causa. Y también que aprendió los trucos habituales de las personas que sufren desórdenes alimenticios, como vomitar tras grandes atracones de comida. Cuando pierde peso, se convierte en la it-girl que vemos la serie, por lo que el tratamiento de los desórdenes en esta ficción puede hacer que algunas personas saquen la peligrosa conclusión de que a través de la bulimia puede llegar el éxito que ansían.
Emma y Toby, de Degrassi
Degrassi es una de las series dirigidas al público más joven que ha tratado los desórdenes alimenticios de una forma más adecuada. Para empezar, porque, siempre que se habló de ello en pantalla, el tema se convirtió en el eje principal del capítulo, no algo por lo que pasar de puntillas. Ocurrió con la anorexia de Emma, una de las protagonistas; en el lado opuesto, también con el mensaje body positive de Terri. Y, sobre todo, con la bulimia de Toby, por tratarse de uno de los poquísimos ejemplos en los que vemos a un personaje masculino sufrir un trastorno considerado erróneamente femenino. En su caso, además, se vive todo el proceso de cómo va adquiriendo el desorden y todo su desarrollo.
Cassie y Mini, de Skins
Otra serie en la que los desórdenes alimenticios tienen una doble cara es Skins. El personaje de Cassie Aisnworth supone una representación realista de la anorexia: bajo la fachada de una vida casi perfecta, se esconde un infierno que acaba llevando a Cassie a sufrir también adicciones y a pensar en el suicidio. También Mini, posteriormente, sufre trastornos alimenticios a partir de la tercera temporada. ¿Cuál es la doble cara? Que, allá por 2012, en plena euforia de Tumblr, Cassie se convirtió en un mito para las corrientes pro-anorexia, con cientos de páginas dedicadas a ella y a su frase más célebre: «No he comido durante tres días porque quería estar adorable».
Marley, en Glee
Una de las representaciones más criticadas por expertos de personajes televisivos con desórdenes alimenticios es el de Marley en Glee. Marley cae en la bulimia después de comenzar una dieta con su madre obesa y decidir ir más allá. Las críticas provienen del propio tratamiento que en Glee se daba a todo tipo de problemas, siempre con un punto de humor y banalización que en este caso se considera inapropiado y hasta dañino para los espectadores, que nunca llegan a percibirlo con la gravedad que conlleva. Además, se pone al espectador en muchas ocasiones en contra de la propia Marley, cayendo en la culpabilización de la persona que sufre el trastorno.
Marissa, en The OC
El personaje de Marissa en The OC, interpretado por Mischa Barton, es otro de los ejemplos de persona en la cual está latente un trastorno alimenticio, pero sin que se llegue a ahondar en él. Se menciona en alguna ocasión que sufrió anorexia en la adolescencia, y la vemos a ella justificarse también de vez en cuando de que, a pesar de su delgadez, come correctamente. Es otro de los ejemplos criticados por médicos y expacientes: si se menciona un trastorno, lo adecuado es profundizar en él, mostrar cómo superó (o no) el personaje el problema o de qué mecanismos dispone para evitar una recaída.
Betty, de Mad Men
El personaje de Betty, en Mad Men, no sufre uno de los trastornos alimenticios que nos vienen a la mente fácilmente, como la anorexia o la bulimia. Hablamos de los años 60, y la relación de Betty con la comida y la necesidad de adelgazar es una buena aproximación a cómo algunas mujeres de la época lo afrontaban: dietas yo-yo, consumo de anfetaminas y, sobre todo, ninguna conciencia sobre lo peligroso de esos comportamientos.
DJ, de Padres forzosos
Todos recordamos la estructura que tenían los capítulos de Padres forzosos: desarrollo de un problema central a lo largo de los veinte minutos de episodio y conclusión final con moraleja lacrimógena. Uno de los temas que se trataron a lo largo de los casi 200 capítulos de aquella primera generación de la serie fue la obsesión de DJ (la hija mayor, interpretada por Candace Cameron) con perder peso y parecerse a las modelos de las revistas. El tratamiento es dudoso, ya que solo se le dedica este capítulo y queda como anécdota, pero en favor de la serie se debe decir que eran los años 90, una época en la que era extremadamente inusual que se hablara en televisión de desórdenes alimenticios.
Ruth, en Física o Química
También la ficción española se ha preocupado por mostrar la realidad de los desórdenes alimenticios en la pequeña pantalla. Ocurrió en Física o Química, una de las series más populares de comienzos de milenio. Ruth, una de las protagonistas, interpretada por una jovencísima Úrsula Coberó, sufrió bulimia durante varios episodios.
Imágenes | Gossip Girl.
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