Lo sabemos: lo mejor a la hora de adelgazar es siempre tomárnoslo con calma, contar con el asesoramiento y el apoyo de un dietista o un nutricionista y plantearnos que hay que pensar en adquirir unos hábitos a largo plazo que nos conduzcan a perder ese peso que queremos y al éxito de la dieta.
Pero es normal también que cuando llegue este momento del verano nos entren las prisas por perder esos kilos extras y que no soltamos ni a tiros. Ojo, que la tentación a acudir a las dietas milagros u otros remedios que nos prometen perder un montón de kilos en un santiamén es muy grande, ¿pero no es mejor ponerse manos a la obra con una dieta adecuada y un poco de ejercicio?
Como nos cuentan nuestros compañeros de Vitónica, lo normal es perder entre 0,5 y 1 kilo a la semana; pero ojo, porque este descenso no siempre es lineal y además, hay que tener en cuenta que el peso no puede ser nuestro único valor de referencia.
Ya os contamos que el peso ideal no existe, pero que también hay que tener en cuenta otros valores como el porcentaje de grasa corporal (que podemos conocer a través de una plicometría o de una báscula de bioimpedancia), la cantidad de masa muscular o el índice de grasa visceral.
Aún así, hay una combinación de hábitos y dietas que nos pueden ayudar a perder esos pocos kilos de más antes de las vacaciones. Y sin hacer locuras. Como los que te contamos a continuación.
La dieta DASH, bajar peso y poner a punto la hipertensión
Según los expertos, con la dieta DASH todo son ventajas, ya que se trata de la dieta más saludable y efectiva a la hora de perder peso.
Esta dieta implica olvidarse de los procesados y apostar totalmente por el consumo de legumbres, frutas y verduras, cereales siempre integrales, lácteos desnatados y carnes magras provenientes de pescados y de aves. Baja en sodio y en azúcares refinados, también es perfecta porque cuenta con pequeñas dosis de grasas saludables.En este enlace podéis ver más información sobre esta dieta.
La dieta paleo
Es otra de las apuestas de nuestros compañeros de Vitónica. En realidad la dieta paleo es una adaptación de un tipo muy concreto de alimentación del Paleolítico pero cuya mayor premisa es genial para bajar de peso, si es lo que buscamos: come alimentos, no productos).
La base de esta dieta es el consumo de vegetales acompañados de proteína magra. Bye, bye ultraprocesados (sí, y también bye, bye helados, cervecitas y todas esas cosas que tanto nos apetecen en esta época). Proteínas magras a diario, gran presencia de fibra y alguna presencia de grasas saludables, hidratos de carbono y, por supuesto, para beber solo agua son las claves de su éxito.
El ayuno intermitente es otra opción
Como nos cuentan los expertos, esta opción tiene que estar correctamente planificada, ya que se trata de una forma de comer que puede ser beneficiosa siempre y cuando se haga con cabeza. El ayuno intermitente propone realizar menos comidas al día, concentradas en un período corto de alimentación. En este enlace encontrarás tres tipos de ayuno intermitente perfectos para iniciarte en esta práctica
Mucho cuidado con lo que bebemos
Es cierto: hace mucho calor y es normal que en esta época del año sea toda una tentación beber refrescos, zumos, cervezas o mezclas tan fresquitas como la sangría. Pero, como explican los expertos, a la hora de la verdad, todas estas bebidas tienen azúcares refinados que ponen en juego nuestra línea y torpedean nuestros esfuerzos del último momento. La mejor elección en este momento es el agua.
Deporte sí, pero con cabeza y planificación
Según nos cuenta Robin Rica, psicólogo y director de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) de Instituto Centta, la obsesión por cuantas más horas de gimnasio mejor tampoco es lo más correcto. "Y menos dedicarte a observar los cuerpos de la gente. Recuerda que no se puede conseguir en un mes lo que muchas personas llevan haciendo en años", afirma.
Como nos cuentan desde Vitónica lo primero que tenemos que tener claro es que deberíamos priorizar el entrenamiento de fuerza frente al cardio de larga duración. Primero, porque vamos a conseguir mejoras estéticas (o sea, una pérdida de grasa), más que una bajada de peso.
Un error que cometen la mayoría de las personas es centrarse en el entrenamiento de cardio cuando quieren perder peso porque piensan que se gastan más calorías. Y sí, es posible que, efectivamente, se necesiten más calorías para hacer una hora de cardio que para hacer una hora de pesas, pero el problema es que si realizamos siempre entrenamiento cardiovascular, nuestro cuerpo se adapta al mismo haciéndose más eficiente: al cabo de poco tiempo necesitarás aumentar la intensidad del ejercicio o la duración del mismo para gastar las mismas calorías que consumías al principio.
Una combinación de entrenamiento de fuerza + HIIT puede ser una de las mejores opciones a tener en cuenta si lo que queremos es reducir nuestra grasa corporal de forma eficaz antes de que llegue la hora de irnos de vacaciones.
Fotos| Unsplash.com, To be fat like me, Pexels.com
Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com
VER 0 Comentario