Los ictus se han convertido en la segunda causa de muerte global, y tan solo en España entre 110.000 y 120.000 personas sufren un ictus cada año, siendo la población femenina quien se lleva la peor parte. Conocida como la pandemia silenciosa del siglo XXI, una vez la persona sufre el ictus, cada minuto cuenta, y es que al comprometerse la llegada de la sangre al cerebro, sus consecuencias pueden ser letales (muy graves).
¿Qué es un ictus?
Los ictus son unos accidentes cerebrovasculares -también conocidos como ACV- que pueden ocasionarse por la disminución brusca del flujo sanguíneo (lo que se conoce como isquemia), o al tratarse de un derrame debido a la ruptura de algún vaso sanguíneo -conocido como ictus hemorrágico-.
En ambas situaciones se puede tener una pérdida de tejido cerebral, lo que puede provocar tener secuelas desde graves a leves, en algunos casos permanentes, e incluso la muerte.
¿A quién afecta?
Aunque podamos pensar que los ictus tan solo lo padecen las personas mayores, lo cierto es que afecta a adultos en edad laboral y puede llegar a afectar a gente joven e incluso a niños. Es decir, el ictus puede aparecer en cualquier edad.
Conocida como la Pandemia silenciosa, ésta afecta a muchas mujeres. Según recoge El Mundo, en nuestro país mueren al año más del doble de mujeres por ictus que por cáncer de mama y accidentes de tráfico. Aunque no se sabe las causas del porqué afecta más a la población femenina que a la masculina, se cree que puede ser debido a factores socioculturales.
Síntomas que nos dicen que podemos estar sufriendo un ictus
Tal y como hemos dicho, es clave actuar rápido al más mínimo síntoma, ya que los ictus son repentinos y muy bruscos. Hay que saber reconocer el protocolo que se conoce como FAST (en inglés) y que se refiere a cara (Face), brazos (Arms), habla (Speech) y tiempo (Time). Debemos reaccionar deprisa y llamar a los servicios de emergencia si notamos flacidez en nuestro rostro o parálisis facial, pérdida de fuerza o debilidad en una parte del cuerpo; y/o problemas de habla y comprensión.
Aunque los factores que pueden propiciar los ictus son varios -arterioesclerosis, la diabetes, el exceso de estrés (que provoca un aumento de presión arterial), el consumo de tabaco, alcohol o la mala alimentación, entre otros-, se recomienda mantener una dieta saludable y equilibrada unido a algo de actividad física.
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