Cada día el despertador suena a una hora inhumana. Y cada día gruñes, gimes y ruegas por unos minutitos más de paraíso. Levantarse se nos hace siempre tan cuesta arriba… Pero según los expertos en sueño, levantarse con energía cada mañana sólo es cuestión de unos pequeños hábitos.
LA NOCHE ANTERIOR
1.- Rutina, rutina y más rutina.
Aunque nos parezca mentira, somos animales de costumbres y nuestro cuerpo clama rutina. Una de las mejores formas de asegurarte un sueño de calidad y, en consecuencia, de que te vas a levantar con las pilas recargadas es mantener unos horarios estrictos y acostarte siempre a la misma hora. Según los expertos tienes que calcular a qué hora debes acostarte cada noche para garantizar tus horas de sueño profundo, pero lo normal es que los primeros días te cueste acostarte tan temprano (sobre todo si estás acostumbrado a quedarte hasta las tantas viendo la televisión o cotilleando por internet). Lo ideal es adelantar cada día quince minutos la hora de irte a la cama, hasta que llegues a tu meta. Un cambio drástico de un día para otro no servirá para nada.
2.- Tómate tu tiempo de relax.
Separar tu vida profesional de tu vida personal es difícil, sobre todo en esta época que nos ha tocado vivir donde las tecnologías nos lo ponen tan fácil y a la vez tan difícil. Pero para garantizar el descanso lo ideal es darle a tu mente un espacio para el relax, desconectar una hora antes, como mínimo, de la hora que tienes estipulada para ir a la cama.
3.- Inventa tu propio ritual.
Insistimos en lo de animales de costumbres: no sólo acostarnos cada día a la misma hora nos ayuda a dormir mejor, también crear en torno al hecho de irse a la cama un ritual nos ayuda a relajarnos. Puede ser cualquier cosa que nos ayude a desconectar. Leer un buen libro, beber una infusión caliente, un baño,...
4.- Baja las luces, baja el ritmo.
Cualquier luz puede afectar a a tus ritmos circadianos, lo que hará que dormir sea más difícil. No se trata sólo de la luz que se cuela a través de las ventanas, sino también de toda la luz que emiten los aparatos electrónicos a los que somos adictos, que nos perturban incluso más que la luz natural. Apaga todo una hora antes de acostarte y disfruta de tu ritual.
NADA MÁS LEVANTARTE
5.- Prueba con una App.
La tecnología se pone de tu parte para ayudarte a cumplir tus objetivos y a comenzar el día con el pie derecho. Por ejemplo, Sleepytime calcula cuántas horas tienes que dormir cada noche para levantarte fresco al día siguiente. También puedes probar con la Morning Routine, una alarma de lo más sofisticada que te obliga a despejarte en un periquete pidiéndote que hagas alguna acción. Cuckuu: Social Alarm Clock también te ayuda a levantarte de una manera diferente, casi como un juego en el que puedes contar con tus amigos para que te apoyen en tu reto diario.
Y como no sólo de apps vive el hombre, también puedes probar con un despertador que simula la luz natural, una forma de despertarse de lo más agradable. Este tipo de despertadores iluminan tu dormitorio de forma gradual con una luz natural, similar a la del amanecer. Mientras duermes, la luz prepara a tu cuerpo para el momento de despertarse y a la hora que tú hayas establecido, tu cuerpo estará preparado para despertarse de la mejor de las maneras.
6.- Planea en positivo.
En vez de dedicarte a gruñir y obsesionarte con los marrones que te esperan en el trabajo, intenta motivarte y piensa en lo mejor que el día te depara. Puede ser cualquier cosa, desde un paseo a mediodía, a una cita con tus amigos, recoger a tus hijos del cole o practicar un deporte.
7.- Dale un empujón a tu productividad.
Te parecerá increíble si eres de esas personas a las que les cuesta despegarse de las sábanas, pero por la mañana tu creatividad está muy despierta (más que tú). Aprovecha esos momentos para leer algún libro relacionado con un tema que te interesa o apuntar algunas ideas para un proyecto que tengas en mente.
Fotos: Unsplash.com
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