La vacuna de AstraZeneca, la píldora anticonceptiva y el riesgo de trombosis: despejamos dudas

La píldora anticonceptiva empezó a comercializarse en Estados Unidos en 1960, aunque prescribirla y venderla no dejó de ser delito en España hasta finales de 1978. Ahora, la llegada de la pandemia y la vacuna ha reabierto con fuerza el debate sobre si la larga lista de posibles efectos adversos descritos en su prospecto, entre los que se incluyen trombosis; migraña o estado de ánimo depresivo, compensa su uso masivo.

¿Por qué la píldora sí y la vacuna no?

Todo empezó con la suspensión temporal de la vacuna de AstraZeneca mientras se investigaban varios episodios de trombosis ocurridos tras su administración. Esto ha llevado a muchas usuarias de este método hormonal, que aumenta el riesgo de sufrir un trombo, a preguntarse el porqué de este sesgo en la administración de dos fármacos con, aparentemente, riesgos similares.

Aunque la Agencia Europea del Medicamento ha vuelto a autorizar la vacuna, fueron más de una decena los países europeos que la suspendieron de manera preventiva después de que saltara la alerta de un posible efecto secundario en forma de trombosis. Finalmente, un portavoz de la EMA ha declarado que se trata de "una vacuna segura y muy eficaz" y que "los beneficios superan con creces a los riesgos".

La Sociedad Española de Neurología ha ayudando al análisis de los tres trombos venosos que se han producido en España. El vocal de su junta directiva, David García Azorín, ha explicado hoy en una entrevista con El País el porqué de la pausa en la administración de la vacuna:

"Cuando se empieza a poner un fármaco nuevo se establece un sistema de farmacovigilancia. Cuando se hace un ensayo, aunque puedan participar muchos sujetos, no es toda la población. Hay un grupo de efectos adversos que pueden ser tan raros que no se vean en el ensayo, pero luego se detecte entre la población".

En el sistema de farmacovigilancia empezó a haber alertas de casos de trombosis de senos venosos (espacios que drenan la sangre del cerebro) y, al coincidir con la administración de la vacuna, se decidió investigarlo. Aquí radica la principal diferencia con el riesgo que presenta la píldora anticonceptiva.

"El riesgo de los anticonceptivos está ya establecido pero en el de la vacuna no".

Adrián Valls, neurólogo del Hospital Universitario de Torrejón, nos los aclara así: "el riesgo de los anticonceptivos está ya establecido pero en el de la vacuna no". Remarca, además, que todo tiene un riesgo y un beneficio en la medicina, así que "hay que tener en cuenta que, si el riesgo de morir por Covid es superior al de hacerlo de trombosis en la franja de edad en la que se están produciendo los casos, conviene vacunar".

La directora de la EMA, Emer Cooke, ha manifestado que no han llegado a la conclusión de que la vacuna esté relacionada con los trombos, aunque tampoco pueden descartar que exista una relación. De este modo, hasta el momento, los datos comparados serían son los siguientes: 30 de los 5 millones de personas a las que se les ha inoculado una dosis de AstraZeneca, es decir, el 0,0006%, ha tenido una trombosis coincidiendo en el tiempo con la vacunación. En lo que concierne a la píldora, esta afección está catalogada como efecto "raro" y puede afectar hasta 1 de cada 1000 pacientes.

La píldora y sus riesgos

Se llama trombo a la sangre coagulada dentro de venas o arterias. Se puede producir en las venas y también en las arterias. Así, se distingue entre trombosis arterial (ictus, infartos), que son potencialmente más mortales, y trombosis venosa. Esta última es la que se investiga si guarda relación con la vacuna de AstraZeneca. Médicos consultados por esta revista nos han explicado que la manifestación más frecuente suele ocurrir en las piernas y, en general, no conlleva consecuencias a largo plazo, aunque puede ser potencialmente grave si el trombo va al pulmón.

En lo que respecta a la toma de anticonceptivos, las investigaciones señalan que el riesgo de trombosis venosa es de 0,06 por cada 100 personas tomándolos un año. Es decir que, 1-5 de cada 10.000 tendrán una trombosis venosa. Este riesgo, en mujeres que no utilizan un comprimido hormonal combinado y que no están embarazadas se encuentra en 2 cada 10.000.

Cuando desplegamos el prospecto de una caja de anticonceptivos como Yasmín o Zoely, vemos que los efectos adversos se dividen entre: frecuentes (pueden afectar hasta 1 de cada 10 pacientes), poco frecuentes (1 de cada 100) y raros (1 de cada 1000 pacientes). Así van categorizados desde los más normales y comunes, como migraña o nauseas, hasta los más graves y menos frecuentes, tal y como asma o la mencionada trombosis.

Beneficios y riesgos

La píldora anticonceptiva contiene estrógeno y un progestágeno que se toma una vez al día de forma oral.​ Tiene como objetivo impedir la ovulación para que este no pueda ser fecundado . Además de ser uno de los métodos femeninos anticonceptivos más utilizados por su alta eficacia, que alcanza el 99.9%, también se ha encontrado "evidencia convincente" de que puede aliviar el dolor menstrual intenso y ha demostrado ser efectiva para el dolor pélvico secundario de endometriosis.

Por lo tanto, como sucede con cualquier otro medicamento aprobado, no se trata tanto de posicionarnos en un pastillas anticonceptivas sí o pastillas anticonceptivas no, sino en si están bien indicadas para cada persona. Según los médicos consultados por Trendencias, bien indicadas son seguras, mal indicadas son peligrosas. Y es que los riesgos dependen también de los antecedentes personales.

Aunque la posibilidad de trombosis sea baja, entre los factores detectados que aumentan el riesgo de que se produzcan trombos se encuentra que un pariente próximo haya sufrido uno antes de los 50 años, el sobrepeso, fumar a partir de los 35 años, pasar mucho tiempo sin ponerse de pie debido a una lesión o enfermedad, la diabetes o los problemas del corazón, por nombrar algunos. Los expertos recalcan que en los casos de trombosis venosas siempre hay que buscar otras causas subyacentes como trombofilias (ya sea por enfermedades genéticas o por cáncer oculto).

Además, los viajes en avión de más de 4 horas también pueden aumentar temporalmente el riesgo de un coágulo de sangre, en especial si se tiene alguno de los otros factores enumerados. Y es que el riesgo de trombosis aumenta cuantas más afecciones tengamos. Es por todo ello que, a la hora de tomar anticonceptivos, es importante informar a nuestro médico de si sufrimos alguna de estas condiciones, aunque no estemos seguras, o si alguna cambia mientras los tomamos.

En definitiva, es cierto que las pastillas anticonceptivas aumentan el riesgo de trombosis venosa y arterial pero este es, por lo general, bajo cuando la píldora está bien indicada. Además, la píldora puede ser beneficiosa para el tratamiento de algunas enfermedades, más allá de prevenir embarazos no deseados.

Otro tema diferente sería si la industria y los médicos no están prescribiendo actualmente estas pastillas con demasiada frecuencia y a la ligera a mujeres en edad fértil. Pero eso ya lo dejamos para otro día.

Fotos | Unsplash

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