Aclamada en Estados Unidos, la miniserie basada en la historia real de Gypsy Rose Blancharde solo está disponible en la plataforma Starzplay de OrangeTV en nuestro país pero es tan cautivadora e inquietante que hace que merezca la pena subscribirse al servicio de contenidos bajo demanda solo por eso.
La turbia historia de Gypsy Rose dio para un documental de casi dos horas en 2017 y ha demostrado que, actualmente, las miniseries de crímenes reales viven su momento álgido. Sus creadores, los mismos que estaban detrás de 'El cuento de la criada', concibieron los ocho capítulos basándose en el documental y escogieron a Patricia Arquette y Joey King como protagonistas. El resultado es historia. Una de las mejores creaciones del momento. Y un diamante del género. Que, como su propia plataforma de distribución indica, "trajo más nuevos suscriptores que ninguna otra serie original en su primer mes".
**A continuación relatamos la historia que realmente ocurrió y que narra la miniserie. Aunque al ser una historia real no es en sí un spoiler, si no has visto la serie y no sabes de que va el tema, no sigas leyendo. Ver los capítulos sin saber absolutamente nada de lo sucedido, si lo consigues, merece la pena.
El 14 de junio de 2015 Estados Unidos se despertaba con la noticia de uno de los asesinatos más bizarros. Dee Dee Blanchart, una celebridad en el país debido a la enfermedad de su hija Gypsy Rose, aparecía muerta en su casa de Missouri. Apuñalada en su cama, Dee Dee fue encontrada muerta y sola, su hija enferma había desaparecido.
La joven sufría discapacidad intelectual, leucemia, distrofia muscular, asma, se alimentaba con una sonda y usaba silla de ruedas. Y la silla y sus medicamentos estaban en la casa. Todo apuntaba a que la joven Gypsy había sido secuestrada. Pero lo que se descubrió una vez los investigadores empezaron a rascar en su historia conmocionó a todo el mundo. La chica estaba detrás del asesinato y nunca había estado enferma. Es más, al contrario de lo que se creía, podía andar con normalidad e incluso comer sin necesidad de la sonda. Algo que demostraba el engaño que había sufrido la sociedad americana que llevaba años donando dinero a la niña.
La madre sufría síndrome de Munchausen por poderes, por eso se empeñaba en que su hija enfermara para poder cuidarla todo el rato. Y el crimen fue idea de Gypsy, quien a la desesperada tuvo la ocurrencia de que la única forma de escapar a los 'cuidados intensivos' de su madre era asesinarla. Una historia espeluznante que pone los pelos de punta. Y hace que el relato de los hechos acontecidos en la vida real enganche naturalmente por lo pertubador de lo sucedido.
Es sorprendente como Dee Dee fue capaz de convencer a todo el mundo, incluidos a los médicos, de las enfermedades de su hija. Incluso la llegaron a operar por algo que no tenía realmente, por el amor de dios. La serie deja un poco en evidencia el sistema sanitario americano.
Con una actuación brillante, el relato resulta en ocasiones demasiado realista. Ver como la madre obliga a permanecer sentada en la silla de ruedas o como le niega el poder tener una dentadura es estremecedor. Y no hablemos de como la obliga a comer por la sonda, le rapaba el pelo o mentía continuadamente acerca de su edad. Incluso llega a atarla a la cama en varias ocasiones. Es terrorífico. Dee Dee se niega a que su hija crezca obligándola a vestir como una princesa y adorar los unicornios de por vida y prohibe literalmente a su padre ponerse en contacto con ella.
Pero lo más inquietante de la historia es por qué no hizo nada Gypsy antes. Siguió el rollo a su madre hasta el final a pesar de ser consciente de toda la farsa. ¿Era dependencia emocional o de veras fue complice y parte activa del engaño?
Cuando Gypsy no pudo más y decidió que quería crecer (después de un tiempo viviendo la explosión de su sexualidad), su primera opción fue el asesinato. Para ello recurre a Nicolas, un ligue que conoce vía Facebook, y es el quien se encarga de enfundar el arma del crimen. Y, aunque en un principio tuvieron oportunidad de salir airosos y vivir su romance a lo Bonnie and Clyde, ellos mismos se buscaron la ruina al publicar macabros mensajes en la red social avisando del asesinato.
Hoy, ambos están en la cárcel. Él en cadena perpetua por asesinato y ella cumpliendo una condena de diez años por asesinato en segundo grado. Y ya no están juntos. Gypsy se ha prometido con un chico que ha conocido vía correspondencia durante su estancia en la cárcel y ha declarado querer mantener su relación lo más privada posible. La boda se celebrará en 2020, con ella aún encarcelada. Aunque planean hacer una segunda ceremonia fuera.
La miniserie, merece totalmente la pena. Es una obra maestra escalofriante pero adictiva a partes iguales. Y por ella, sus dos actrices protagonistas están nominadas a los premios Emmy.
Fotos | HBO, The Act
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