5 claves para evitar las infecciones vaginales este verano

Cambiar tacones por chanclas, camisa por bikini y oficina por playa puede parecer todo ventajas. Pero el verano a parte de todas estas cosas estupendas también trae consigo algunos riesgos para la salud femenina. Calor, humedad, arena… son algunas de las cosas que pueden complicarte el verano. Te contamos las 5 claves para evitar que este año tu compañera de vacaciones sea una indeseable infección vaginal.

Nos libramos muy pocas

La vulvovaginitis es la infección y/o inflamación de la vulva y la vagina, aunque no necesariamente se tiene por qué dar en las dos zonas al mismo tiempo.

Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) aproximadamente el 75% de las mujeres tendremos un episodio de vulvovaginitis sintomática a lo largo de nuestra vida. Es más, entre el 40-50% de nosotras de hecho tendremos dos episodios como mínimo.

¿Cómo podemos prevenir estas infecciones en verano?

En verano debemos tener especial cuidado con nuestra zona íntima ya que el riesgo de infecciones es mayor que en otras épocas del año. Pero existen unas cuantas recomendaciones que puede ayudarnos a prevenirlas y tener unas vacaciones mucho más agradables.

Short sí, pero…

Aunque a algunas nos haya costado aceptarlo, los shorts altitos de cintura (mom fit) han vuelto a la vida. Con independencia a que nos gusten más o menos sí que tenemos que tener cierto ojo: queremos que queden bien subiditos, pero no por ello hay que tirar y tirar hacia arriba… ¿Por qué digo esto? Porque el uso de prendas que queden demasiado ajustadas en nuestra zona sur favorece las infecciones.

Y por supuesto esto es aplicable a la ropa interior: si esas braguitas que te encantan te aprietan, a parte de que bonito no queda, puede hacer que cojas una infección. Repasa tu cajón de la ropa interior y deshazte de todo lo que no deje libertad a…

Mejor seco que húmedo

Si tu verano tiene como fondo una piscina, o la playa, intenta no pasar mucho tiempo con el bañador mojado. ¿Significa que no pases tiempo en el agua? No, se trata de que no pases tiempo fuera del agua con el bañador húmedo, ya que el “microclima” que se crea es especialmente favorable para la aparición de infecciones. De hecho la humedad mantenida es una de las principales causas de infecciones en mujeres.

¿Tiempo recomendable? No más de media hora, ya que pasado este tiempo empieza a haber riesgo. ¿Qué podemos hacer? Secarnos muy bien o cambiar de traje de baño, y así de paso damos salida al superávit de bikinis que tenemos acumulados. Por cierto: tanto la ropa interior como los bikinis siempre, siempre, siempre hay que lavarlos antes de usarlos por primera vez.

Sol, arena, mar…

…y toalla. Si te vas a sentar en la playa intenta hacerlo sobre una toalla o un pareo (o lo que tengamos a mano) evitando hacerlo directamente sobre la arena. Ésta puede colarse (es muy aventurera y entra donde menos te lo esperas) por debajo de tu bikini y eso no nos interesa porque puede causar irritación en la zona.

Y ya que hablamos de arena… Si vas a dar rienda suelta a la pasión con nocturnidad y playita, intenta poner siempre algo entre tú y la dichosa arena. El movimiento hace que sea muy probable que penetre (además de…) algún granito, con consecuencias regulares: puede producir la rotura del preservativo y puede causarte irritación, infecciones y alguna lesión que mejor evitar, ¿no te parece?

Cambiar tampones y compresas con frecuencia

Con el calor aumenta la temperatura de la zona, la humedad (se suda, por ejemplo), etc. de manera que conviene cambiar con más frecuencia compresas y tampones, para evitar que esa humedad derive en infecciones.

Una alternativa es probar a usar la ya famosísima copa menstrual, que evita este tipo de inconvenientes.

No te olvides de dedicarle atención en la ducha

Después de la playa o la piscina es aconsejable darnos una buena ducha para eliminar los restos tanto de arena como de cloro que puedan irritar la zona.

Ya sabemos que no es conveniente abusar de jabones, por muy específicos que sean, porque pueden causar alteraciones. Sin embargo dado que en verano tendemos a ducharnos más veces sí que podría tener cierto sentido pasarnos a jabones especialmente formulados para la zona íntima.

Lo que sí debemos evitar, totalmente, son las duchas vaginales: no solo no son necesarias sino que además son negativas. Estos baños alteran la flora vaginal eliminando las bacterias “buenas”, y precisamente éstas son las encargadas de protegernos de las infecciones. Dejémoslas a las pobres tranquilitas. Con una buena higiene externa es más que suficiente.

Bebidas y comidas

Líquidos: de manera general se recomienda una buena ingesta de agua diaria, y más en verano, para una correcta salud. Además de esto, estar bien hidratadas puede ayudarnos a evitar infecciones como la cistitis, ya que favorece la eliminación por vía renal de los gérmenes que tenemos en el tracto urinario.

Se ha escrito mucho sobre que ciertos alimentos, como por ejemplo los arándanos rojos, tienen determinadas propiedades que pueden ayudar a prevenir las infecciones urinarias. Sin embargo recientes estudios parecen indicar que no existe una evidencia consistente en esto, al menos en concreto con los arándanos.

Este verano disfruta de la playa, de la piscina y de lo que surja, pero no olvides cuidar tu zona íntima. Y por supuesto si crees que tienes una infección, o te notas molestias, acude sí o sí a un profesional.

Fotos: Pixabay.com; Shorts Berska; Spring Breakers; Pixabay.com

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