Muchos de nosotros creemos que la llegada del verano representa perfectamente la oportunidad ideal para poder dar rienda suelta a nuestras pasiones, y aunque para muchas parejas no resulta ser así, lo cierto es que el calor de la temporada influye en algo que va más allá de la temperatura del ambiente: se ha descubierto que también influye en el comportamiento sexual, sobre todo cuando nos exponemos al sol.
La luz solar, y en particular los rayos ultravioleta (UV), han sido objeto de numerosos estudios que exploran su impacto en diversos aspectos de la fisiología y también del comportamiento humano, entre estos, el interés por su influencia en el comportamiento sexual, que ha cobrado relevancia en los últimos años, intentando descubrir si, en realidad la luz solar puede influir en el deseo sexual de las personas.
La piel, al ser el órgano más extenso del cuerpo humano, actúa como un importante sensor de la radiación UV. Al exponerse a esta radiación, la piel desencadena una serie de reacciones bioquímicas que influyen en la producción y liberación de diversas hormonas. Entre ellas, las hormonas sexuales desempeñan un papel crucial en la regulación del deseo sexual y el comportamiento reproductivo.
A través de un estudio publicado en Cell Reports en el que se estudió la influencia de la luz ultravioleta en los aspectos conductuales de la sexualidad, se descubrió que, al estar en exposición con dichos rayos UV, se mejoran los niveles de hormonas sexuales, lo que se traduce en un aumento en el deseo de la actividad sexual.
Si bien para el estudio se realizaron pruebas en ratones, se ha demostrado que la exposición al componente ultravioleta (UV) de la radiación solar aumenta los niveles de testosterona en los hombres, lo que sugiere que la exposición a los rayos UV desempeña un papel importante en la regulación de la sexualidad, tanto a nivel conductual como endocrinológico, y aunque el mecanismo subyacente a este efecto aún no se conoce bien, la ciencia está cerca de descubrir porqué.
El sistema endocrino como regulador
Los órganos del cuerpo humano como el hipotálamo, la pituitaria, la tiroides, la glándula pineal y las glándulas suprarrenales y los ovarios y los testículos forman parte del sistema endocrino reproductivo, gobernado por el hipotálamo, que envía mediadores de señalización como la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) a la glándula pituitaria para inducir la liberación de la hormona folículo estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH).
A su vez, estas hormonas transmiten señales a las gónadas masculinas y femeninas estimulando así la producción de estrógeno y progesterona, que, en el caso de las mujeres regulan la ovulación y el embarazo, por lo que dichos cambios hormonales determinan el comportamiento sexual, incitando a la excitación gracias a la respuesta de estas hormonas ante la exposición a la luz de los rayos UV de la piel.
Para probar los efectos de este experimento en humanos, el estudio reunió a varios voluntarios que se sometieron a fototerapia: una dosis regulada de exposición a rayos UVB dos o tres veces por semana hasta completar de 10 a 12 tratamientos, en donde se encontró que las mujeres obtuvieron una puntuación significativamente más alta acerca del deseo apasionado sobre su pareja, experimentando una respuesta física cuando sus parejas (hombres) se acercaban y las tocaban.
En resumen, los resultados de dicho estudio comprobaron que, según los datos, se sugiere que, en humanos, el tratamiento con UVB mejora el amor apasionado en ambos sexos, una buena noticia para todas aquellas parejas que buscan pasar sus vacaciones bajo el sol, sin embargo, también tiene su lado negativo, ya que aumenta algunos aspectos de la agresividad en los hombres, esto debido a los niveles de testosterona que también se elevan al estar en un periodo de exposición prolongado bajo el sol.
Foto de Christopher Campbell en Unsplash
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