Seguro que no estás deseando que venga “Inés” este mes. Y menos cuando unas veces se te adelanta (ya podía ser al revés) o te sientes fatal con el maldito síndrome premenstrual (SPM) o los pinchazos en el ovario con los que piensas “quiero morir” y vas al botiquín para tu dosis de ibuprofeno en vena y ni por esas te calmas. Pero no desesperes, esto puede cambiar. Sí, es normal que a medida que tu edad y tus circunstancias cambian, la regla también haga lo mismo. A mejor o a peor, claro.
En los dos o tres años posteriores a la primera menstruación, el funcionamiento todavía es inmaduro. Por eso el sangrado puede ser muy irregular en el tiempo, normalmente un poco más abundante de lo que será después y duele algo más. Luego todas esas irregularidades se estabilizan.
A partir de los 20 años, cuando se tiene pareja sexual, se introducen algunos factores externos que pueden modificar la menstruación. “Cuando se toman anticonceptivos, la regla se vuelve completamente regular y sin dolor. De hecho, es uno de los tratamientos que utilizamos en las menores de 20 con reglas irregulares como una forma de controlar el ciclo menstrual”, explica Concepción de Lucas, ginecóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. Cuando los anticonceptivos se suspenden, no es extraño que se vuelva a descolocar y aparezca de forma irregular o duela un poco más (o menos, a algunas).
A los 30, el ciclo es consistente. Pero el patrón menstrual se altera cuando la mujer se queda embarazada, algo que suele suceder entre los 20 y los 40. Con la gestación, la regla desaparece y no vuelve hasta seis semanas después del parto si no se está amamantando. Si se alimenta con leche materna, entonces no se menstruará hasta que se deje de dar el pecho.
“Después de un embarazo o de un aborto, puede pasar que cambie el ciclo menstrual previo, tanto en la duración como en la cantidad o el dolor. Hay mujeres a las que antes les dolía y después de dar a luz no. Y al revés. Es decir, que a veces cambia para bien y otras para mal”, afirma la ginecóloga.
Aunque se considera normal que la menopausia llegue a partir de los 45 años, a veces cumplidos los 40 llegan las fluctuaciones hormonales perimenoepaúsicas y es posible tener algún descoloque. “Es frecuente que se acorten los ciclos. En vez de una frecuencia de 28-30 días, se pase a 25 o 26. A esta edad, también es normal que el sangrado se reduzca, pero a otras mujeres les sucede lo contrario, sangran más que antes”, señala de Lucas. Según la experta, entra dentro del rango de la normalidad que se empiece a espaciar.
“Algunas mujeres vienen preocupadas a la consulta porque no les ha venido un mes, y no pasa nada, para tu logística de vida es mucho mejor que te falte a que te venga dos veces en un ciclo y también por la repercusión en la salud. A los ginecólogos nos preocupan más los sangrados excesivos, ya que podría suponer la aparición de algún mioma o quiste”.
Y si la regla puede cambiar con la edad, ¿el síndrome premenstrual también? Pues sí. “Suele ser más acusado en los primeros años y en los últimos. Pero también sería totalmente normal después de un embarazo. Sucede especialmente con el dolor de mamas en los años previos a la menopausia, pero no supone un problema médico, solo afecta al confort de vida”, aclara la doctora. Así que si te duelen los senos como nunca, no sirve de nada pensar que se debe a algo malo. “Los tumores, por desgracia, no suelen dar guerra”.
Los cambios en tu ciclo menstrual, sin ser drásticos, entran dentro de lo normal. Pero si afectan a tu calidad de vida, el ginecólogo te ayuda a controlarlos. Él te dará la solución para mejorarla.
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