No son ni una ni dos las famosas que en los últimos tiempos han declarado públicamente tener una relación de pareja con alguien de su mismo sexo, pero en algunos casos no podemos evitar preguntarnos si por fin hay libertad plena para confesar la verdadera condición sexual sin tapujos o en algunos casos es una moda, una manera de demostrar lo atrevidas y liberales que son.
“Besé a una chica y a mi publicista le encantó” parece ser el lema de algunas celebrities que en los últimos tiempos han alardeado en los medios de comunicación su decisión de tener relaciones con personas de su mismo sexo. No podemos evitar ser un poco cínicos sobre el tema y pensar que muchas veces esta confesión, el simple hecho de confesar tener una relación lesbiana, parece un movimiento desesperado para acaparar titulares en la prensa y no un sentimiento sincero.
Es cierto que hoy en día ser famosa y homosexual ya no es noticia. Ni un problema. Son numerosas las actrices como Jodie Foster, estrellas de los medios de comunicación como Ellen DeGeneres o modelos como Cara Delevigne que hablan de su condición sexual con toda la naturalidad y los medios de comunicación no sólo no se escandalizan sino que publican artículos apoyando la causa. En nuestro país, famosas como Elena Anaya han contribuido a su normalización.
¿Curiosidad? ¿Liberación? ¿O es sólo una moda?
Pero de un tiempo a esta parte parece ser que se ha puesto de moda salir con otra celebrity de tu mismo sexo o confesar ser bisexual. Un fenómeno que se conoce como Lesbian Chic y que da la impresión de ser más una herramienta de marketing en el mundo de la moda, de la música o del cine que un movimiento de liberación sexual. El año 2015 nos ha traído imágenes de cada vez más famosas en situaciones de índole sexual con otras mujeres: desde Miley Cyrus y su relación con el ángel de Victoria´s Secret, Stella Maxwell, pasando por Kristen Stewart con su ayudante personal o, por poner otro ejemplo, el vídeo bombazo-erótico que protagonizaron Rihanna y Shakira, que terminó acaparando todo tipo de titulares.
Pero ¿cuánto de esto se debe a la auténtica liberación de la mujer y cuánto se trata simplemente de una maniobra de marketing para conseguir más repercusión? La impresión que tenemos muchas veces es que se trata más de crear polémica y de conseguir titulares, de dinero y de provocar a los hombres que disfrutan viendo a dos mujeres juntas, que de contribuir a la auténtica liberación de la mujer y a luchar contra la discriminación. Este tipo de relaciones no parece que busquen la aceptación de la sociedad sino convertirse en las protagonistas de los medios de comunicación y en el centro de todas las críticas, lo que al final tiene como resultado algo muy superficial y banal. Muy diferente de esa normalización tan ansiada por los homosexuales. Para periodistas como Julie Bendel, de The Daily Mail, que lleva luchando por su libertad sexual y por defender su homosexualidad desde los años setenta, estamos ante una clara maniobra de marketing donde lo que impera no es defender los derechos de las lesbianas sino provocar al público masculino. Ya el mundo del cine había coqueteado con este concepto en numerosas ocasiones y las series de televisión como Orange Is The New Black y The L Word demostraban que algo estaba cambiando ahí fuera y que el lesbianismo está viviendo un modo muy dulce. Son sólo algunos ejemplos de lo mucho y bien que la diversidad de género en mujeres está dando de sí últimamente. Pero parece que el fenómeno está trascendiendo fuera de la gran pantalla y que no siempre obedece a una evolución de la sociedad.
Aunque está claro que algo está cambiando realmente y opciones sexuales como la bisexualidad, por ejemplo, están cada vez más aceptadas. Según un estudio realizado en E.E.U.U. por el Centers for Disease Control and Prevention durante los años 2011-2013 son cada vez más las mujeres que reconocen haber tenido una relación sexual con otras mujeres: un 17,4% en el último estudio comparado con el 14,2% del realizado en el año 2006-2010. Y un número más alto, tanto de hombres como de mujeres, se identifican como bisexuales: un 5,5% de mujeres y un 2% de hombres, comparados con el 2,9% y el 1,2% de los años anteriores. Según Debby Herbenick, profesor asociado de la Universidad de Indiana y autor del libro "Sex Made Easy" esta conciencia sobre la bisexualidad ha crecido a lo largo de los años porque para la gente es más fácil clasificarse como bisexuales que elegir entre ser homosexual o heterosexual.
Según las conclusiones de este estudio, que se pueden leer más extensamente aquí, las fronteras de nuestra conciencia social se han ampliado de una manera increíble y es posible que de cara al futuro lo hagan aún más. Un claro ejemplo de esta evolución es la elección del icono gay Ruby Rose para protagonizar la campaña de Ralph Lauren, como os adelantamos esa misma semana.
¿El Lesbian Chic es bueno para las lesbianas?
Es cierto que todo el mundo es libre de hacer con su vida privada aquello que más desee, pero no hace falta pregonarlo a los cuatro vientos ni convertirlo en un espectáculo, ni pretender ser algo que no se es por seguir una moda. Tanto Miley, como Cara, como Rihanna, Shakira o Katy Perry, cuyo éxito I Kissed a girl (and I liked it) podría pasar por el himno de este movimiento, están en todo su derecho de promocionarse. Pero también son la referencia de miles de mujeres y de jovencitas y deberían ser cuidadosas a la hora de proyectar una imagen de las relaciones entre dos personas del mismo sexo que en nada se parece a la realidad. Para Susana Font, directora de Ambiente G, el Celesbianismo está ayudando a promover los derechos de la homosexualidad femenina: "Evidentemente que ayuda. Uno de los grandes problemas de las lesbianas es la baja visibilidad que tenemos. La gente no sabe detectarnos por la calle como a los chicos. Esto nos ayudó a sobrevivir en tiempos de represión, pero también hizo que tuviéramos menos modelos a seguir(...). Por suerte cada vez hay más mujeres fuera del armario y se nos puede encontrar tanto en ámbitos públicos como en círculos privados. Las adolescentes ya no tienen estos problemas y en gran parte es gracias a las lesbianas famosas que no se esconden."
Muchos piensan que se trata de frivolidad, de un postureo que rentabiliza una tendencia que no se traduce en una mayor tolerancia, pero términos como "lesbian chic" o "girl crush" están dando mucho juego. La cuestión, como siempre, es si estas demostraciones ayudan a desestigmatizar el lesbianismo, o sólo lo convierten, de forma momentánea, en algo cool o simplemente sexual. Según Susana Font que el Lesbian Chic sea no una moda no es un problema: "...estamos encantadas de que por fin se reconozcan las tendencias que surgen de la cultura lésbica. Aunque eso si, a veces nos dificulta la detección de posibles parejas. Más de una se llevó un chasco cuando se pusieron de moda las camisas a cuadros".
Buscar el equilibrio es complicado: si la gente interpreta estos escarceos como un desliz, una cana al aire o una broma, difícilmente la homosexualidad puede considerarse una opción sexual igual a la heterosexualidad, que nunca aparece en los medios como un desliz, una cana al aire o una broma. Puede que algunas de las relaciones protagonizadas por famosas estén orientadas a generar titulares o, yendo más allá, a provocar a los hombres heterosexuales que tienen una idea de las relaciones entre mujeres ya formada, a lo que Susana Font nos responde que "seguramente una buena parte simplemente quiera provocar, pero personalmente mientras sean respetuosos con las lesbianas y con las mujeres no me molesta".
La polémica del Celesbianismo o Lesbian Chic está servida. Y vosotras, ¿qué opináis?
Fotos: CordonPress
En Trendencias|La locura ¿transitoria? de Miley Cyrus se trasladó hasta el escenario de los VMA'S 2015
Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com
VER 7 Comentarios