Búsqueda de protección, experiencia, seguridad, estatus… A través de la historia de un caso real y la opinión de una profesional, te desvelamos por qué algunas mujeres se sienten atraídas por hombres mayores.
Carmen jamás olvidará aquella tarde en la que conoció al padre de su compañera de clase.
Habíamos quedado en su casa para preparar un examen de matemáticas. En uno de los descansos, salí de su habitación para ir a la cocina a tomar un poco de agua. Mientras registraba los armarios en busca de un vaso, me pareció escuchar el sonido de una puerta y el tintineo de una llaves.
—¿Eres una ladronzuela o la heroína que va a salvar a mi hija de un suspenso en matemáticas?— bromeó una voz muy masculina a mi espalda.
Avergonzada, me giré hacia él y sonreí. O lo intenté. Estaba impactada. Ante mis ojos tenía a Sr. Magnífico: uno ochenta de estatura, cabello chocolate algo despeinado, barba de dos días y unos ojos almendrados de mi color favorito, el verde jade. Enfundado en un traje chaqueta muy elegante le daba un toque sexy e interesante como a esos actores ricachones de Hollywood. Andrea, mi nueva amiga del alma, era la chica más afortunada de este mundo, pensé en aquel momento. Había sido procreada por el hombre más sexy que había visto en mi vida; mucho más que el tío Jesse de Padres Forzosos que por aquel entonces decoraba las cuatro paredes de mi habitación.
Carmen reprodujo aquella escena en su mente noche tras noche durante meses; unas veces endulzadas con grandes dosis de romanticismo y otras, digamos…, algo más salpimentadas. Carmen tenía por aquel entonces 14 años. Sr. Magnífico el triple. A día de hoy (dos décadas después) todavía lo recuerda cómo su primer flechazo de adolescente, su gran amor platónico, la primera señal de aviso de lo que vendría años después:
-El hermano mayor de un amigo de su pandilla del pueblo donde veraneaba. Él tenía 30 años y Carmen 16. Mantuvieron un romance clandestino durante aquel inolvidable mes de agosto y gracias a él descubrió que al igual que sucedía con las matemáticas, el sexo era más sencillo y fascinante si tu mentor era doctor honoris causa.
-Su profesor (50) de Estadística y Probabilidad de la carrera con el que vivió una aventura intermitente. Los intervalos de pasión desenfrenada y juramentos de amor eterno correlacionaban inversamente con la estabilidad del matrimonio de este. Una tarde Carmen se armó de valor y le preguntó si dejaría a su esposa en un futuro no muy lejano. El profesor cogió lápiz y papel y, tras hacer varios cálculos, respondió: «con toda probabilidad, cariño… de 1 entre 99».
Después del matemático, una extensa lista de hombres maduros pasaron por su vida. Todos ellos de visita, claro. «Las mochilas que suelen cargar a sus espaldas (fracasos matrimoniales, ex en pie de guerra, custodias compartidas, miedo al compromiso…) terminaban con toda la magia», explicaba la propia Carmen.
Lo intentó con hombres de su edad: llamó a un que otro ex compañero de la universidad, acudió a citas con desconocidos organizadas por sus amigas e incluso se abrió un perfil en Tinder. Pero el proyecto “Save Carmen from older men” fue un fracaso total. Aburridos, absurdos, infantiles, superficiales… «Más allá de la belleza física, ningún chico de mi edad cubría unos mínimos para despertar mi interés o atracción. De verdad que no lo entiendo, ¿por qué solo me siento atraída por hombres mayores a pesar de tan lamentable historial?»
En busca de la figura del padre
En la mente colectiva, está muy extendida la creencia de que aquellas mujeres que mantienen relaciones con hombres mayores buscan en ellos un reemplazo de la figura paterna. Las hipótesis que se suelen barajar son: la experiencia traumática del divorcio de sus padres o la ausencia de la figura paterna a lo largo de la infancia.
Al parecer no vamos mal encaminados, pero tampoco estos son los auténticos motivos en el cien por cien de los casos. Sara Lucena, Psicóloga Psicoanalista explica que “salvo la particularidad de cada mujer, con toda probabilidad hay un factor que influye en esa atracción recurrente por hombres siempre mayores; sin embargo, no responde a la variable “padre ausente”; más bien vendría determinada por la no renuncia de la imagen idealizada del padre durante la infancia para aceptar al hombre normal que es su padre”. En resumen: un Edipo mal resuelto podría llevarnos a la búsqueda de ese Superman paternal en nuestras futuras relaciones sentimentales.
¿Qué rasgos de un hombre maduro pueden resultar atractivos a una mujer joven?
Bajo la teoría anterior, podríamos responder que el abrigo y seguridad que puede aportar un hombre mayor le convertiría en una pareja potencial para este tipo de mujeres. Además, añade la experta, “esa búsqueda de protección y madurez se puede plasmar en muchos aspectos: en estabilidad emocional, económica e incluso una demanda y actividad sexual más sosegada”.
Para el asombro de muchos, no todas las mujeres jóvenes buscan sexo en cantidades ingentes. De hecho, por encima de la cantidad valoran más la calidad de esas relaciones y la experiencia de sus amantes. Un estudio publicado en Evolutionary Psychology de la mano de Fhionna Moore, psicóloga de la Universidad de Dundee en Escocia (año 2010) revelaba que las mujeres valoraban más los aspectos psicológicos de los hombres que los meramente físicos, a la hora de elegir pareja.
¿Hablamos de mujeres sapiosexuales? Mmm…, no exactamente. En dicha encuesta se mostró que los hombres con elevado poder adquisitivo preferían mujeres jóvenes y guapas, mientras que sus coetáneas con el mismo nivel económico preferían hombres mayores. ¿Por qué? Según la hipótesis de Moore, una mujer con recursos económicos se siente tan segura de sí mismas a la hora de elegir pareja que pone el listón en lo que para ella es el top: hombres mayores, atractivos y poderosos.
¿Los maduritos sexis son los nuevos chico-trofeo? ¿La proyección de lo que a ellas les gustaría ser “de mayor”? ¿O simplemente ofrecen esa seguridad que una mujer con éxito económico y profesional quiere salvaguardar? ¡Quién sabe! Lo que sí sabemos, con poco riesgo a equivocarnos, es que ninguna de ellas necesita un ridículo Sugar Daddy.
¿Tienen futuro las relaciones ‘mujer joven/hombre mayor’?
Nuestra entrevistada, Sara Lucena, afirma que “los problemas de convivencia no tienen por qué ser distintos de aquellos que viven otras parejas; pero sí puede ocurrir que, a medida que pase el tiempo, la diferencia de edad haga que el más joven esté en plena actividad mientras que el mayor empiece a necesitar mucha ayuda para el día a día. Las dificultades dependerán de la capacidad de la pareja para encontrar soluciones y aceptar las diferencias”.
La sociedad, sin embargo, es harina de otro costal. Por regla general, al entorno familiar y social le cuesta mucho más comprender y respetar la distancia en años entre la pareja. “Por desgracia”, lamenta Lucena, “siempre se juzga más duramente a la mujer en este tipo de relaciones: si es mayor que el hombre se la tacha de asaltacunas y si es más joven, se dice que ha dado el braguetazo”.
Nos preguntamos qué respondería a estas críticas Amal Alamuddin: la abogada, activista y escritora que llevó al altar al soltero de oro George Clooney.
Si necesitas más información o pedir consulta puedes ponerte en contacto con el Centro de Psicología Sara Lucena.
Fotos: Pixabay
En Trendencias| Las edades del amor: ¿qué buscamos en cada momento?
Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com
VER 1 Comentario