Mis amigas son el gran tesoro de mi vida. Sin ellas yo no sería la persona que soy hoy en día. Tanto aquellas que me conocen y acompañan desde que era una niña, como aquellas que he ido incorporando a mi vida posteriormente, son uno de los pilares fundamentales de mi persona. Y es que ellas son la familia elegida, con la que sé que puedo contar siempre.
Tanto es así que mis amigas son y han sido mis mejores consejeras. Cada una de nosotras es diferente y nuestros puntos de vista y experiencias vitales diferentes hacen que podamos ofrecer consejos diversos. Lo mismo les ocurre a mis compañeras de Trendencias y es por ello que todas solemos acudir a nuestras amigas por consejos. Esto incluye al amor y, como compartir es vivir, aquí os contamos algunos de los mejores consejos sobre amor que nos han dado nuestras amigas.
No te desvivas por alguien que no lucha por ti
Seguramente muchas de nosotras nos hemos encontrado desviviéndonos e intentando mantener una relación con alguien que no hace el mismo esfuerzo. En un momento en el que Anna se vio "remando sola en una larga relación que me negaba a aceptar que ya estaba muerta" sus amigas le dieron este consejo.
Y es que el amor es bidireccional y los esfuerzos deben ser compartidos. A veces, por amor, nos aferramos a alguien que por lo que sea, ya no nos puede dar lo que necesitamos. La realidad es que, todos merecemos estar en una relación en que el esfuerzo y afecto sea el mismo por ambas partes.
Que te pese siempre más la felicidad que la historia
Terminar una relación es una de las cosas más complicadas por las que podemos pasar. Tanto si nos dejan, como si somos nosotras las que rompemos, duele y supone un gran sufrimiento. Es por ello que, en ocasiones, aunque sepamos que la relación ya no funciona, nos cuesta terminarla. Y es que cuando se han compartido muchas cosas y se tiene una historia larga cuesta ponerle fin.
A Pepa, sus amigas le dieron este consejo cuando se encontró en uno de esos momentos. Y tenían razón, la historia que tengamos con una persona no puede pesar sobre nuestra felicidad actual. Es más, debería servir como guía. Y es que, si fuimos felices y ya no lo somos, nuestra historia juntos no merece ser teñida de resentimiento y desafección solo por miedo a terminarla.
Las relaciones deberían ser fáciles: las cosas complicadas desde el principio jamás terminan de funcionar
Una cosa que se nos suele enseñar desde pequeñas es que hay que luchar por amor y que, por el ser querido, tenemos que esforzarnos. Además, las películas románticas nos enseñan a romantizar las relaciones difíciles o complicadas porque, al final, con nuestro esfuerzo y sacrificio conseguiremos cambiar a la otra persona o hacer que la relación funcione.
La realidad es que el amor y las relaciones no deberían ser difíciles y esto es algo que las amigas de Charlie le han enseñado. Por supuesto, todas las relaciones pasan por complicaciones, pero no debería ser difícil y complicado hacer que la relación funcionara desde el principio. Las personas que te quieren y te convienen te hacen la vida más fácil y no más difícil y, ninguna relación que vaya a funcionar, necesita ser forzada.
Quédate con quien consigue que seas mejor, no con quien te hace pequeña
En ocasiones nos vemos metidas en relaciones que nos hacen sentirnos mal con nosotras mismas. Y es que, aunque sabemos querer, a veces no sabemos querer ni que nos quieran bien. Tal y como le dijeron sus amigas a Anabel, "por mucho que le quieras, primero tienes que quererte a ti" y eso pasa por aceptar solo relaciones donde nos aporten y nos hagan ser y sentir mejor, en vez de peor.
Ella ahora lo sabe y admite que esa lección le ha servido para todas las relaciones de su vida, no solo las románticas: "ahora solo me quedo con gente que me suma". El amor y las relaciones, todas ellas, deberían mejorar nuestra vida y nunca empeorarla.
No basta con querer a alguien: en la balanza lo bueno tiene que superar a lo malo
¿Cuántas veces nos hemos encontrado justificando una mala relación porque "le queremos"? Probablemente nos ha pasado a todas alguna vez. La realidad es que en las relaciones quererse no basta y esto es algo que María aprendió gracias a sus amigas.
Todas las relaciones, especialmente si son largas, pasan por momentos buenos y momentos malos. En todas debemos llegar a compromisos y trabajar en ella. Sin embargo, al ponerlo todo en una balanza, esa relación debería aportarnos más cosas buenas que malas. Porque, por mucho que queramos a alguien, si la relación con esa persona nos aporta más cosas malas que buenas, seguramente no es una relación saludable para nosotras.
Si alguien quiere dedicarte tiempo, tendrá un momento para hacerlo
Especialmente cuando estamos empezando a conocer a alguien, tendemos a hacernos muchos pájaros en la cabeza y a idealizar a la otra persona y la relación que podríamos tener. La cuestión es que, en ocasiones, justificamos comportamientos o nos ponemos a nosotras mismas mil excusas para no aceptar que esa persona no está tan por nosotras como nosotras por ella.
Esto sucede mucho con la atención y tiempo que nos dedican y dedicamos. Y es que, como le aconsejaron sus amigas a Colino: "siempre hay un minuto aunque sea para un mensaje el resto son excusas". Efectivamente, si alguien quiere estar con nosotras y quiere dedicarnos tiempo, encontrará el momento para hacerlo, por muy ocupado que esté. Y esto es válido para las parejas, para los amigos y para la familia.
Todos estamos muy ocupados y tenemos falta de tiempo, pero cuando queremos hablar con alguien o verles, encontramos el momento para hacerlo. Si esa persona no lo encuentra para ti, es el momento de aceptar que, por muy duro que sea, no tiene tantas ganas de vernos o hablarnos. Y, aunque duele, nos merecemos a alguien que quiera dedicarnos tiempo.
No todas las relaciones están destinadas a durar y eso está bien
En mi caso, una de las cosas que mis amigas me han enseñado ha sido a aprender a valorar todos los tipos de relaciones que pasan por mi vida, independientemente de su duración. Y es que, yo era el tipo de persona que, cada vez que conocía a alguien, creía o esperaba que esa persona fuera a ser la definitiva y si no era así, sentía que había hecho algo mal.
La realidad es que, en ocasiones, ni siquiera yo quería una relación a largo plazo con esa persona, pero la presión social para "sentar la cabeza" y tener lo que todo el resto del mundo tenía, me hacía sentir que cada relación que terminaba era un fracaso personal. Sin embargo, ahora sé que las relaciones son como las personas: cada una es diferente, cada una tiene un momento, cada una dura un tiempo distinto y todas te enseñan algo.
Que una relación no dure para siempre no implica que sea una relación fracasada. Y es que, como dice Barney en Cómo conocí a vuestra madre: "esto no es un matrimonio fracasado. Es una matrimonio muy exitoso que ha durado tres años". Ahora he aprendido a apreciar cada relación por lo que es, lo que me aporta y lo que me enseña, sin esperar que todas duren para siempre.
En definitiva, nuestras amigas han marcado las personas que somos y cómo vemos algunas cosas ahora mismo. Pero no solo dándonos consejos, sino también escuchándonos como dice Chloe: "a veces lo que necesitas es que te apoyen, te comprendan, porque la que tienes que tomar la decisión eres tú".
Imágenes |Sex and the City, Giphy
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