Un preservativo que puede ser usado tanto por mujeres como por hombres es la última novedad en el mundo de los anticonceptivos. Se llama Wondaleaf y es invento de un ginecólogo malasio orientado a que las personas podamos cuidar nuestra salud sexual, independientemente de cuál sea nuestro sexo u orientación sexual. Aunque no es la única novedad que se investiga en materia anticonceptivos, a falta de la tan esperada píldora masculina.
Primer preservativo unisex
Fabricado con material de calidad médica que se utiliza normalmente como apósito para lesiones y heridas, "es un preservativo normal con una cubierta adhesiva que se adhiere a la vagina o al pene, además de cubrir la zona adyacente para una mayor protección", tal y como ha explicado John Tang Ing Chinh, ginecólogo de la empresa de suministros médicos Twin Catalyst e inventor de Wondaleaf.
Más concretamente, los preservativos están hechos de poliuretano, un material fino y flexible, pero fuerte e impermeable, que se utiliza en vendajes transparentes para heridas y que destaca por un grosor de solo 0,03 milímetros. Es decir, que es tan fino que te olvidas de que lo llevas puesto, según el fabricante.
Además, como el adhesivo únicamente se aplica a un lado del preservativo, puede invertirse y ser utilizado de forma interna y externa, lo que lo hace apto para cualquier sexo y lo convierte en el primer preservativo unisex del mundo. Tampoco necesita manufacturarse en diferentes tallajes, aunque, eso sí, avisan de que debe retirarse con un poco de cuidado en genitales no depilados.
Aunque, estos no sería los únicos beneficios que vendría a aportar a la salud sexual sino que, al ser adhesivo, se puede llevar puesto desde el inicio de cualquier encuentro sexual, sin generar interrupciones posteriores, y cubriendo toda la zona púbica para prevenir las enfermedades de transmisión sexual de contacto. Además, ofrecería mayor seguridad que el preservativo tradicional a la hora de moverse o salirse.
Wondaleaf ya ha pasado varias fases de investigación y pruebas clínicas y, según un estudio llevado a cambio por el fabricante, el 69,8% de las mujeres y el 58,4% han manifestado preferirlo a los preservativos femeninos ya existentes en el mercado.
Estará disponible comercialmente este mes de diciembre a través de la web del producto, que ya está operativa. Cada caja contiene dos preservativos y lubricante por un precio de 14,99 ringgit (unos tres euros al cambio). Aunque es importante tener en mente que no se podrá comprar fuera de Malasia hasta que no sea aprobado por las autoridades competentes de cada país.
El preservativo semáforo
De momento, se trata de un prototipo diseñado por estudiantes del Reino Unido para TeenTech Award (una feria de tecnología que premia a proyectos de estudiantes adolescentes) pero, de salir adelante, los preservativos semáforo podrían ser un gran invento contra las Enfermedades de Transmisión Sexual.
Se trata de condones impregnados con moléculas capaces de identificar bacterias y virus que poseen específicamente las ETS y que al entrar en contacto con ellas harían cambiar de color el preservativo para alertar, a modo de prueba rápida, a las personas involucradas en un encuentro sexual.
Así, el látex se pondría a verde en contacto con clamidia; amarillo para herpes, azul para sífilis y morado con el virus del papiloma humano. Eso sí, no detecta el VIH, el único virus de este tipo para el que, de momento, existe una prueba rápida. Lo que nos lleva al siguiente punto: el estado actual de la ciencia todavía no hace viable este proyecto.
En la actualidad, no existen todavía pruebas rápida que permitan detectar las enfermedades que pretende revelas este condón, ni individual ni en conjunto, así que para diagnosticar clamidia, herpes, sífilis y HPV se necesitan de pruebas ordinarias que tardan varios días.
Fotos | Unsplash y Wondaleaf
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