Es más normal de lo que parece, y aunque es más común en hombres, las mujeres también padecen de estos efectos
Quizá te haya sucedido una y varias veces, incluso quizá no a ti, sino también a tu pareja: después de haber tenido un encuentro sexual, uno de los dos (sino es que ambos) tienen una necesidad terrible de dormir. Si bien es cierto que el sexo libera numerosas hormonas que tienen que ver con un estado de relajación profundo, la ciencia ha confirmado que, en realidad, todo tiene que ver con el orgasmo.
Si el tener sexo es una actividad sumamente placentera, ¿por qué algunas personas se sienten cansadas después de haber tenido un encuentro sexual? la respuesta está justamente en las hormonas que se liberan durante el encuentro y después de un orgasmo: ligadas a la relajación, un estado de alerta y al estrés, dichas hormonas facilitan un estado de calma que induce al sueño.
Química, física y emociones
Si bien la liberación de hormonas no es la única clave para entender por qué las personas sienten sueño después de tener sexo, también hay que entender que hay factores físicos y emocionales que influyen en este tipo de comportamientos: además de la oxitocina, melatonina y serotonina que generan una sensación de bienestar en el cerebro, para algunas personas, influye también el agotamiento físico.
Al ser una actividad física que exige energía y desempeño, el tener sexo aumenta la presión arterial y el flujo sanguíneo, liberando tantas endorfinas como tu clase de spinning. Este esfuerzo puede hacerte sentir agotada, especialmente si no estás en la mejor forma física.
Para otras personas es la experiencia totalmente opuesta: si alguna vez te has preguntado por qué los hombres se duermen después de tener relaciones sexuales con más frecuencia que las mujeres, no eres la única.
Aunque esto puede variar mucho de una persona a otra, algunas mujeres pueden ser más sensibles al efecto estimulante de la intimidad y el orgasmo, que pueden resultar energizantes en lugar de agotadores.
Y como no podía ser de otra forma, los vínculos emocionales también aparecen como un complemento clave en la fórmula de relajación después del sexo: al experimentar emociones importantes durante un encuentro, el haber tenido relaciones con quien confías plenamente se activa una conexión emocional que envía señales a tu cuerpo que desencadenan una sensación de seguridad y relajación, lo que hace que sea más fácil conciliar el sueño después.
Además, experimentar emociones intensas como el amor y la vulnerabilidad durante el sexo puede agotar tus reservas de energía, lo que te hará querer dormir aún más después de haber tenido sexo.
¿Y cómo saber cuándo no es normal?
Sentir somnolencia después de tener relaciones sexuales es bastante común, como ya lo habíamos comentado, pero algunos signos y síntomas pueden indicar un problema mayor que el habitual sentimiento de cansancio después de tener relaciones.
Si experimentas constantemente alguno de los siguientes síntomas después de tener relaciones sexuales, consulta con un profesional médico para priorizar tu bienestar general y descartar cualquier problema de salud subyacente.
- Cansancio excesivo: Si siempre estás abrumado por el cansancio, esto puede ser una señal de alerta. Cuando el agotamiento posterior al sexo interfiere con tus actividades diarias o parece totalmente desproporcionado en relación con el esfuerzo físico que haces, este nivel de fatiga puede indicar un problema de salud grave.
- Mareo: No es raro que sientas mareos ocasionales después de tener relaciones sexuales o masturbarte, pero los mareos intensos o habituales acompañados de somnolencia son preocupantes. Este síntoma puede indicar cualquier cosa, desde un esfuerzo excesivo y problemas de presión arterial hasta problemas de azúcar en sangre y deshidratación
- Disforia poscoital: Si bien el sexo generalmente genera felicidad y relajación debido a las sustancias neuroquímicas que producen bienestar, las personas con disforia poscoital pueden sentir emociones negativas y poca energía después de tener relaciones sexuales.
¿Y qué se puede hacer?
En muchas ocasiones, este tipo de situaciones generan un conflicto entre la pareja, ya que, generalmente, las mujeres quieren continuar con un jugueteo sensual posterior a tener un orgasmo, sin embargo, en muchas ocasiones “evitar el sueño tras una relación sexual es difícil porque no es una cuestión voluntaria o patológica” como lo afirma Jesús E. Rodríguez, director del Instituto Sexológico Murciano, por lo que sólo queda hablar de la situación y comunicarlo con la pareja.
Debido a que este tipo de situaciones se debe, en parte, a factores que podemos evitar, lo más recomendable es evitar tener relaciones sexuales de noche o después de una prolongada actividad laboral, así como evitar también el consumo de bebidas y alimentos que induzcan al sueño, como lo es el alcohol y las cenas sumamente abundantes.
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