La era moderna (como es que la definirían nuestras abuelas) está llena de un despertar sexual que muchas personas definirían como promiscuidad, sin embargo, bajo la bandera del feminismo, esta equitativa exploración del ejercicio de la sexualidad puede tener sus tropiezos, sobre todo para aquellas mujeres que deciden aventurarse a las relaciones de una sola noche, tal como lo afirma una experta, que asegura que las mujeres "tienden a sufrir más que los hombres después de este tipo de encuentros".
Aunque sabemos que las mujeres desarrollan más rápida y profundamente un vínculo emocional con sus parejas, las relaciones sexuales sin compromiso, comúnmente conocidas como "sexo de una noche", son una práctica común en la sociedad actual en la que, como asegura la escritora feminista Louise Perry, "para las mujeres implica consecuencias emocionales negativas y arrepentimiento".
En declaraciones durante una entrevista para The Daily of a CEO, la creadora del podcast 'Maiden Mother Matriarch' asegura que "son cada vez más las mujeres que se arrepienten de haber tenido encuentros sexuales con un hombre por solo una noche", comentando que, además, después de un encuentro de este tipo, suelen sentirse "sucias", y más aún cuando hubo alcohol de por medio.
La presión social y los roles de género como factor
Las normas sociales y las expectativas de género aún ejercen una fuerte influencia en la sexualidad femenina. A menudo, las mujeres son educadas para priorizar la conexión emocional y la intimidad en sus relaciones sexuales, lo que puede generar sentimientos de culpa o vergüenza cuando se involucra en encuentros casuales que no cumplen con estas expectativas.
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Además, sumamos la diferencia con la que hombres y mujeres tienden a percibir el sexo casual: para algunos hombres representa una oportunidad de satisfacción física sin mayores ataduras emocionales. En cambio, las mujeres suelen asociar el sexo con la intimidad y la conexión emocional, lo que puede generar sentimientos de vacío o desilusión cuando estas expectativas no se cumplen en un encuentro casual, o cuando éste termina.
La química del cerebro: endorfina y oxitocina al ataque
Porque no todo tiene que ver con el contacto físico en una pareja, el cerebro tiene mucho que ver cuando de crear vínculos se trata, ya que las endorfinas y la oxitocina juegan un papel crucial en la formación y el mantenimiento de los vínculos afectivos, sobre todo en las mujeres, las conocidas como las "hormonas del amor" o las "hormonas de la felicidad" interfieren en los efectos positivos sobre el estado de ánimo, la conexión social y el bienestar emocional; sin embargo, cuando el furor de dichas hormonas desaparece, se puede desarrollar un episodio de estrés, que afecta en la salud más allá de una experiencia sexual.
Para una práctica sexual satisfactoria y responsable, es fundamental que las mujeres se sientan empoderadas para tomar decisiones informadas y autónomas sobre el ejercicio de su sexualidad, libres de presiones sociales o expectativas de género.
Foto de Oleg Ivanov en Unsplash
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