Así es como la expectativa de tener sexo en vacaciones puede arruinar tu relación

Las vacaciones de verano son los días de asueto más esperados por muchas personas, tanto estudiantes como trabajadores, para poder salir de la rutina y disfrutar de un reparador descanso lejos del estrés de la oficina, sin embargo, para muchas parejas, este periodo lejos de sus actividades cotidianas representa la oportunidad ideal para disfrutar de encuentros sexuales sin sentir la presión del tiempo y del espacio, aunque claro está, cuando las expectativas no se cumplen, siempre hay riesgo de que se la relación se fracture.

Como parte de sus estudios acerca del comportamiento sexual de los españoles, Control ha publicado los resultados de su barómetro del sexo de este año, en donde afirma que los españoles se sienten más activos sexualmente durante la temporada del verano.

En el estudio, los encuestados el 42% de ellos declararon que consideran que el verano es la temporada en la que mantienen más relaciones sexuales, superando al de otras estaciones como la primavera (36%), el invierno (18%) y el otoño (4%), dicha respuesta se obtuvo como mayoría al saber que, en realidad, muchos esperaban el periodo vacacional para poder tener sexo.

Si nos ponemos a analizar el panorama del porqué las personas aprovechan el verano para tener relaciones, es demasiado fácil encontrar la respuesta, ya que las parejas se alejan del estrés de una rutina que comienza con el sonido de un despertador, por lo que un día sin preocupaciones como correos que contestar o llamadas que atender, se convierte en una oportunidad única para disfrutar de actividades que comúnmente no pueden realizar, como lo es, justamente, un encuentro sexual.

Salir de la rutina cambia las cosas

Aunque un viaje de desconexión con la vida que habíamos llevado hasta antes de las vacaciones es una oportunidad única en la que podemos dar rienda suelta a nuestra creatividad (y fantasías, claro está), lo cierto es que, cuando dicho viaje no cumple con nuestras expectativas, se convierte en una terrible experiencia para las parejas.

Si bien las vacaciones promueven la disposición de los encuentros sexuales por factores como lo son los lugares exóticos, la intimidad de la relación de la pareja y, obviamente, el tiempo libre para poder tener relaciones, el aumento de romanticismo y deseo se dispara cuando, en un periodo vacacional, ambos miembros de la pareja saben que tienen la disposición de tener sexo, lo que marca un impacto positivo en la concentración de dopamina, serotonina, oxitocina y endorfinas, favoreciendo un aumento de la lívido y el placer.

Cuidado con las expectativas

En verano, la mayor parte de parejas que se sienten libres de sus empleos u obligaciones laborales en vacaciones son más propensas a disfrutar, abrirse y experimentar sexualmente. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que los encuentros sexuales en periodos de descanso no tienen por qué ser el epicentro de la planeación de unas vacaciones juntos

Al respecto, hay parejas que idealizan un viaje como una oportunidad para dar rienda suelta a sus pasiones y ponen todas sus expectativas en ello, y cuando se dan cuenta de que están viviendo una realidad diferente, se frustran porque nada de aquello que habían imaginado ha sucedido.

Si te has identificado en el ejemplo de que las vacaciones no han sido lo que esperabas porque, por alguna razón, no ha habido encuentros sexuales, tienes que enfrentar la situación con tu pareja para hablarlo directamente, buscando así un espacio para la intimidad, si es lo que ambos buscan en dicho viaje, uno en el que no tiene porqué girar todo en torno al sexo, sino que éste debe de complementarse con una experiencia única de bienestar y diversión que satisfaga a ambos.

Foto de Toa Heftiba en Unsplash

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