Hay solo dos cosas que todos los seres humanos del mundo tenemos en común: nacemos y morimos. Lo que hagamos entre el primero punto y el último, cómo vivimos nuestra vida, los caminos que recorremos, y todo lo que acontece en el medio es diferente para cada uno de nosotros. No hay dos personas en el mundo que tengan la misma vida, o las mismas circunstancias.
Y esto también aplica a nuestras relaciones sentimentales y, por supuesto, a nuestra vida sexual. No importa si tienes una cita cada noche o si solo has tenido una pareja en toda tu vida, tu historia es tuya. Pero es habitual que, ante lo que se supone que es "normal", nos surjan dudas: ¿podemos querer a una persona para toda la vida? ¿No desearemos a otra persona? ¿Es posible tener una vida sexualmente satisfecha con una sola pareja?
Para responder a esta última pregunta hemos hablado con Sìlvia Catalán (@SilCatNa), psicóloga, especialista en sexología y Laura Morán (@veneciana1981), sexóloga y terapeuta familiar y de parejas.
Lo que para unos es perfectamente posible, para otros no
Efectivamente, es perfectamente posible para algunas personas estar satisfechos con su vida sexual teniendo una única pareja: "por supuesto, hay muchas personas que están con una única pareja sexual y que se sienten satisfechas con su sexualidad" nos indica Sìlvia Catalán.
Laura Morán está de acuerdo: "es posible, porque la novedad no es (o no debería ser) la única o principal variable importante en las relaciones afectivas y sexuales". Y es que, como indica Morán, esta novedad siempre se acaba pasando.
Lo que sí nos señala Catalán es que es importante diferenciar entre la sexualidad individual de cada miembro de la pareja y la sexualidad compartida: "y es que puede ser que haya personas que no estén del todo satisfechas con las relaciones que tienen con su pareja, pero que a pesar de eso estén satisfechas sexualmente porque su sexualidad propia hace que puedan llevar esa carencia de sexualidad en pareja".
Nuestras variables de personalidad tienen gran influencia
"Para gustos los colores" dice la frase popular y parece que en lo que a nuestra posibilidad de sentirnos satisfechos con una sola pareja, también se aplica esto. Y es que, como nos explican las dos expertas, nuestro tipo de personalidad influye de manera importante.
"Existe una gran variedad de tipos de relaciones afectivas porque las personas somo muy diversas. Del mismo modo que no existen huellas digitales iguales, tampoco las hay a la hora de querer o de mantener una relación de pareja" indica Laura y añade: "hay personas que no se sienten cómodas con la idea del compromiso y otras no se sienten a gusto lejos de esa sensación de exclusividad afectiva y sexual".
Sìlvia Catalán nos refiere la importancia que tienen nuestras distintas personalidades en este sentido: "evidentemente una personalidad más dada a la rutina, al control de las situaciones, más centrada en la estabilidad, etc., va a ser más fácil que disfrute de este tipo de relaciones monógamas y largas". Por el contrario, indica que aquellas personas más dadas a la búsqueda de sensaciones, a la improvisación o a la impulsividad, seguramente tengan más dificultades.
Trabajar la relación de pareja puede ayudar a mejor esta satisfacción sexual
Por supuesto, además de la personalidad de cada uno, el tipo de relación que tengamos también influirá de manera importante: "si estamos ante una buena relación, en la que hay comprensión, cariño, respeto, admiración, soporte emocional, y todo esto es mutuo, la pareja no sólo va a tener más posibilidades de durar más tiempo, sino que además es fácil que sus relaciones sexuales sean placenteras" expresa Catalán.
La experta terapeuta de pareja indica también que el hecho de que la pareja tenga ritmos similares o diferentes puede ser clave: "si a una parte de la pareja le apetece tener relaciones cada día y a la otra parte le apetece cada dos o tres meses, probablemente va a haber insatisfacción si no son capaces de trabajarlo conjuntamente y encontrar la manera de ajustarse" de manera que encuentren un equilibrio e, incluso, de los gustos de cada miembro de la pareja.
Por ello, trabajar en la relación de pareja puede ser de lo que dependa que podamos sentirnos satisfechos sexualmente teniendo relaciones únicamente con una persona. Por desgracia, como nos explica Sìlvia, no siempre tenemos una buena educación emocional y no somos conscientes de la importancia que tiene cuidar y trabajar estas relaciones.
La importancia de trabajar la comunicación
En este sentido, Laura Morán nos indica que para trabajar la pareja y mejorar la satisfacción sexual hay algunas claves: "cuando una pareja lleva muchos años, creen que ya lo saben todo el uno del otro, pero las personas van cambiando, por eso es importante preguntar o contar".
Además, Sìlvia Catalán nos explica que esta comunicación es clave para activar la creatividad sexual: "si no hay buena comunicación, si no hay intimidad, es muy difícil que aparezcan las relaciones sexuales libres dentro de la pareja. Hablar con la pareja de qué cosas nos gusta, cuáles no, qué nos gustaría probar, qué fantasías tenemos etc., y a partir de lo que vaya saliendo quizá poder hacer un listado de cosas que queramos ir probando o con las que queramos ir sorprendiendo a nuestra pareja" señala la experta.
Aquí entra la confianza
Y es precisamente por eso que la confianza en la pareja también juega un papel clave. Morán nos señala: "saber que la otra persona escuchará y respetará, aunque no comparta algunos de nuestros puntos de vista, nos ayuda a confiar. Saber que para el otro nuestra opinión es respetable y respetada, sin juicios, es un ingrediente esencial para las relaciones de pareja".
Y más cuando se refiere a las relaciones sexuales según la sexóloga: "en el caso de la vida sexual más todavía porque podemos tener deseos, fantasías o gustos que anticipemos como poco comunes y puede darnos cierto temor compartirlos".
Innovar e incluir novedad en la relación
Sìlvia Catalán nos señala que debemos recordar e integrar que las relaciones sexuales van cambiando con el paso del tiempo: "no van a ser iguales cuando llevemos 3, 5 o 50 años. No tienen por qué ser peores, de hecho pueden incluso ser mucho mejores, pero no van a ser iguales. La relación cambia y las relaciones sexuales también. Quedarnos suspirando por ese pasado que tuvimos y que no va a volver es la clave de la insatisfacción".
Y en este sentido, ambas profesionales nos invitan a innovar y buscar la novedad: "aunque las opciones de la erótica no son infinitas y, además, no tienen por qué gustarnos todas, siempre es posible innovar. Podemos acudir con nuestra pareja a jugueterías eróticas, podemos ver porno juntos, hacer juegos de roles o, simplemente, cambiar variables de nuestras “rutinas” sexuales como el día, la hora, el lugar en el que tenemos relaciones o quien toma la iniciativa buscar la novedad" señala Morán.
Y es que las ganas de tener relaciones aumentan cuando aparece la novedad. Esto es lo que nos señala Sìlvia Catalán: "que una de las variables que van a hacer que una pareja pueda estar satisfecha con su relación sexual monógama va a ser la capacidad que tengan de sobreponerse a la rutina, vamos, lo creativos que sean sexualmente hablando".
Nuestra satisfacción sexual depende de nosotros
Pero no podemos olvidar que no todo en nuestra satisfacción sexual depende de nuestra pareja, si no que nosotros mismos tenemos gran responsabilidad sobre ella y el primer paso es conocernos bien. Por ello, Laura Morán recomienda trabajar en el autoconocimiento: "hacer el aprendizaje necesario para conocer nuestro propio mapa erótico del cuerpo".
No solo eso, si no que la experta nos habla de valorar y experimentar con nuestro cuerpo: "apreciar cómo somos y valorar que nuestro cuerpo nos permite experimentar y dar placer y saber que somos libres para imaginar, fantasear, deseare y soñar lo que queramos. Sólo si vamos a compartirlo y llevarlo a la práctica es cuando es importante recordar que nuestra libertad termina donde empieza la del otro".
Además, tener espacio puede ser una buena idea: "tener espacios para el “nosotros” y para el “yo” ya que uno de los mitos del amor romántico nos dice que la persona amada tiene que ser todo para nosotros y viceversa. Sin embargo, la “fusión” es una de las causas más frecuentes para que una relación no funcione. Además de pareja, tenemos más roles en nuestra vida: amistades, compañeros de trabajo, padres, madres, hijos, hermanos, etc. La idea de que nuestra pareja debe cubrir todas nuestras necesidades es irreal" señala Morán.
De esta manera podremos saber qué pedirle a nuestra pareja. Si ni así logramos una satisfacción plena con nuestra vida sexual con esta única pareja, quizás tengamos que plantear otras opciones como las que indica la terapeuta Catalán: "tendremos que plantearnos otras opciones de pareja, como una pareja abierta, hacer incursiones en el mundo swinger o, evidentemente, cambiar de pareja".
Sin embargo, ella recomienda, antes de tomar alguna de esas decisiones, intentar llevar a cabo los puntos anteriores o ponerse en contacto con una terapeuta de pareja que les pueda ayudar a reorientar la situación de forma óptima.
Imágenes | Cómo conocí a vuestra madre, Giphy
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