Guía paso a paso para limpiar nuestras botas de piel y cuidarlas para que duren eternamente

Las botas son el calzado por excelencia del invierno, ahora que ya tenemos los trucos de limpieza de las UGG, también necesitamos una guía para nuestros calzados de piel

28 noviembre 2023, 15:37

Laura Beneyto

Unas botas de piel son un símbolo del paso del tiempo. Es muy común que nuestras madres y abuelas hayan tenido algún modelo y que, probablemente, las sigan teniendo en el baúl. Presentan una estética que se adapta a la perfección a cualquier estilo y distintos momentos de nuestra vida. No importa si tenemos que ir a la oficina, si hemos quedado con amigas para disfrutar de las mejores recetas de pasta italiana o, simplemente, queremos darle un toque más cálido a nuestro look de Navidad.

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Como amantes de las botas que somos, los modelos de piel siempre nos acompañan. Su diseño versátil permite que hagan un combo súper especial con nuestros vaqueros en tendencia o los vestidos más elegantes. Por ello, es un elemento esencial de nuestro zapatero cápsula. Estas combinan muy bien moda con funcionalidad. Además, se trata de una inversión a largo plazo, ya que la durabilidad es una de sus características clave.

Las botas de piel están disponibles en multitud de formas, desde caña baja hasta alta conjuntándolas con diversos detalles que les aportan mucha elegancia. Además, las hemos visto en 90% de los desfiles, acaparando siempre todas las miradas de los asistentes. Aunque también, están las versiones para las escapadas en pareja a la montaña.

Un poco de historia

Las botas de piel tienen una historia rica y diversa que se remonta a las civilizaciones antiguas. En la antigüedad, las sociedades utilizaban versiones primitivas de botas confeccionadas a partir de pieles de animales y otros materiales disponibles. Los egipcios, por ejemplo, ya empleaban botas de cuero, mientras que en la antigua Roma, los soldados usaban caligae, unas botas militares diseñadas para proporcionar protección en el campo de batalla.

Durante la Edad Media, las botas de cuero se consolidaron como una parte esencial de la vestimenta. Los caballeros las adoptaron para la protección en la guerra, y los campesinos las utilizaron en formas más simples para su labor diaria. Con la llegada del Renacimiento, las botas se volvieron más elaboradas en diseño y se convirtieron en un elemento destacado de la moda. En esta época, las botas altas eran especialmente populares entre la nobleza y la clase alta.

La época victoriana continuó con la tendencia de considerar las botas como un componente importante de la moda, y las botas de montar se convirtieron en un símbolo de estatus tanto para hombres como para mujeres. Con el siglo XX y el desarrollo de la industria del calzado, las botas de cuero se volvieron más accesibles para un público más amplio. La participación de las botas militares durante las guerras mundiales también contribuyó a su popularidad, consolidándolas como un elemento práctico y estilizado en la vestimenta cotidiana y en contextos específicos, como el ámbito militar y deportivo. Hoy en día, las botas de piel continúan siendo apreciadas por su durabilidad, versatilidad y su capacidad para combinar funcionalidad con moda.

Guía para limpiar las botas de piel

Limpiar las botas de piel de manera adecuada es esencial para preservar su calidad y durabilidad. En primer lugar, utiliza un cepillo de cerdas suaves para eliminar el polvo y la suciedad superficial. Este paso preliminar ayuda a evitar que partículas abrasivas rayen la superficie del cuero. Luego, aplica un limpiador de cuero utilizando un trapo suave o una esponja. Los movimientos circulares suaves contribuirán a eliminar manchas y mantener el cuero limpio.

Una vez limpias, permite que las botas se sequen al aire libre, evitando fuentes directas de calor que puedan dañar la piel. Después de que estén completamente secas, aplica un acondicionador de cuero para mantener la flexibilidad y prevenir la sequedad. Distribuye el acondicionador de manera uniforme y permite que la piel lo absorba.

Si buscas restaurar el brillo, considera aplicar una crema o cera para pulir. Utiliza un cepillo suave o un paño para realizar movimientos circulares y pulir las botas. Este paso no solo mejora la apariencia, sino que también proporciona una capa adicional de protección. Finalmente, almacena las botas en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa. Siguiendo estos pasos y adaptándolos según las indicaciones del fabricante, mantendrás tus botas de piel en óptimas condiciones.

El uso de Nivea en las botas de piel

Aunque se utilicen otros productos para el cuidado y la limpieza de las botas de piel, es cierto, que cuando escojamos una crema hidratante para estas, puede ser la clásica del bote azul Nivea. Al igual que la aplicación de las otras, tenemos que hacerlo en forma circular, pero muy suave para no arrancar la piel. Conseguir una piel natural, es muy fácil si la crema es super hidratante. A más hidratación, más naturalidad. Eso sí, es muy importante dejarla secar por mucho tiempo y es, necesario tener en cuenta, que los productos específicos tendrán un mejor resultado.

Limpiar las botas de color beige o camel

Al igual que limpiamos las botas de color oscuro, lo hacemos con las que son más claras. Los mismos productos, pero con algunos matices. Por ejemplo, es importante crear espuma después de haber aplicado el jabón hidratante. Con un paño húmedo se retira y, por supuesto, se deja secar, pero no al sol.

Tipos de botas de piel

Aunque hay muchos tipos de zapatos fabricados en piel, existen muchos tipos que se diferencian, en la mayoría de casos, por los tratamientos que se realizan. Estos son los principales:

Piel flor o anfibia: este tipo de tejido es la forma más original posible de la piel. Se mantiene con un tratamiento más reducido, dejándola suave y más brillante. Se usa principalmente en zapatos más formales. Este modelo es lo que más se conoce como cuero, y existen varios tipos según el animal del que se escoja la piel. Los principales son cerdo, cordero, vacuno y cabra
Piel Nobuk: en este tejido, la zona exterior de la piel ha sido un poco lijada, lo que le aporta un tacto más suave y que parece casi terciopelo. Es habitual en botas y algunas zapatillas.
Piel serraje: este tipo es parecida a la Nobuk, solo que se hace con la zona interior y la piel ha sido más lijada, lo que le hace parecer que tuviese un poco de pelito. Se usa en botas de montaña, entre otros.
Napa: es muy suave y se puede obtener en varios colores. Se obtiene con un curtido al cromo. Muchos zapatos están hechos de este tipo.
Charol: para conseguir una piel con el efecto de charol, muy brillante, se usan varias capas de poliuretano por la zona interior de la piel, lo que le da ese brillo tan reconocible. Precisamente, este tratamiento la hace resistente a la lluvia.

Comprar los mejores productos de limpieza para las botas de piel

Siempre es un quebradero de cabeza comprar productos para limpiar nuestras botas porque no sabemos el resultado que pueden dejar en estas. Con esta selección que hemos hecho para ti, las botas quedarán impecables.

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Este spray es perfecto para utilizar cuando está lloviendo porque tiene el poder impermeabilizar el zapato. Es transparente, por lo que no quedan marcas en el calzado. Se puede usar en zapatos de ante, nubuck y cuero. Su precio es 9,49 euros.

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