Fíjate que llevamos ya varios años con el fenómeno, pero no dejo de alucinar con la repercusión que está alcanzando la popularidad de las egobloggers. Acaparan el photocall de las fiestas, son imagen de marcas, van a shootings, diseñan,… vamos que están en todas partes. Cosa que se ponen, cosa que venden y eso es toda una golosina para las marcas. Todas quieren ser como las bloggers tops y hoy en día todo el mundo tiene un blog de estilo personal. Hoy las niñas ya no quieren ser modelo, quieren ser bloggers. Pero antes que las egobloggers, otras mujeres acapararon todas los flashes.
El reinado de las supermodelos
Empezaban los noventa y una foto de Peter Lindbergh, protagonizar un vídeo junto a George Michael y ser la protegidas de Gianni Versace les valió ser las reinas del cotarro. Su gran poder se resume en una frase “no nos levantamos de la cama por menos de 10.000 dólares“, Linda Evangelista dixit. Eran conocidas sólo por su nombre y Naomi, Helena, Claudia, Cindy y las demás salían con estrellas del rock, actores y magos, protagonizaban portadas de revistas y todo el mundo quería ser como ellas.
Hasta que los diseñadores se cansaron de que se les mirara más a ellas que a sus diseños, las revistas se cansaron de pagar tanto por su cara bonita y la gente que trabajaba con ellas se cansó de aguantar sus aires de divas.
Recientemente han vuelto a protagonizar campañas y portadas, merced al bendito Photoshop que hace que por ellas no pasen los años.
El reinado de las celebrities
Anna Wintour y su gran olfato comercial decidieron que las actrices venderían más revistas que las modelos, y de golpe y porrazo, desterró a las modelos de las portadas, sustituyéndolas por famosas, sobre todo actrices y cantantes.
El circo de la Alfombra Roja sustituyó al circo de los desfiles de moda. Regalos de ropa y complementos, acuerdos publicitarios que ligan a actrices con las grandes firmas de lujo y los estilistas controlando hasta el último detalle para que las celebrities no aparezcan en el listado de las peor vestidas y sí en el de las mejor vestidas.
El reinado de las chicas it
Como no todas las actrices vienen con el estilazo de serie, surgieron chicas no muy conocidas por su carrera profesional pero sí por tener un allure natural que resulta difícil de conseguir, las chicas it. Internet y la propagación de sus fotos hizo el resto durante estos últimos diez años: había que conseguir el bolso que llevaba Nicole Richie, ver qué vestido lucía Sienna Miller, con qué marca trabajaba Alexa Chung y qué reality protagonizaba Olivia Palermo.
Han llegado a las portadas de moda, han desfilado en las pasarelas y hay bolsos con sus nombres. Ha sido y sigue siendo su momento, todavía. ¿Por poco tiempo?
El reinado de las egobloggers
Ahora es el momento de las egobloggers. Tienen una imagen más cercana a las chicas que leen sus blogs, cobran menos que las famosas y venden igual o más. El fenómeno está teniendo tanto éxito que hasta las famosas se han subido al carro. Que nadie les quite sus contratos. Pero la egobloggers siguen aparenciendo en revistas, son invitadas a fiestas, reciben regalos, están en los desfiles de moda, incluso se venden camisetas con su imagen.
Algunas hasta diseñan. Y venden. Mucho. Que se lo digan a Lovely Pepa y a Bartabac con su colección de sandalias de verano.
Ya sólo falta que alguna haga una portada de revista. Sería la señal definitiva de que vivimos la era de las eglobloggers. Candidatas no faltan.
Pero que a nadie se le suba a la cabeza. Todo el mundo anda en busca de lo más nuevo, de la última moda, de la tendencia más rompedora. Y enseguida lo nuevo deja de serlo.
Fotos | Blonde Salade, Lovely Pepa
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