Según datos del Ministerio de Agricultura, 7,7 millones de toneladas de alimentos acaban en la basura en España cada año. Para ser más gráficos, tal cantidad de comida daría para llenar 77 estadios de fútbol. Eso coloca a nuestro país en el séptimo país de la Unión Europea que más comida tira, después de Reino Unido, Alemania, Holanda, Francia, Polonia e Italia.
Además del problema que supone desperdiciar alimentos mientras el hambre amenaza la vida de 800 millones de personas en el mundo, el despilfarro es también una de las principales fuentes generadoras de CO2.
Al tirar la comida no solo se desperdicia la comida en sí, también todos los recursos y procesos que se han invertido para producirla, desde el agua hasta el terreno y el trabajo que se ha llevado a cabo. Por señalar un dato, el 28% de la superficie agrícola del mundo se usa anualmente para producir alimentos que se desperdician, según denuncia la FAO.
Es por todo ello que, como alternativa ecológica a las apps de comida a domicilio tradicionales como Just Eat o Deliveroo, ya han surgido iniciativas que se han inspirado en su modelo para dar salida a comida que está a punto de pasarse.
A continuación te presentamos algunas de las aplicaciones de este tipo que ya están operativas en España. Todas se pueden descargar de forma gratuita y funcionan tanto en Android como en iOS (a menos de que se especifique lo contrario).
Too Good To Go
La aplicación móvil Too Good To Go nació cuando sus creadores, durante un buffet, presenciaron cómo toda la comida que no se había consumido al finalizar el servicio, y que estaba en perfecto estado, terminó en la basura.
Como el desperdicio de alimentos diario de un establecimiento no se puede predecir, han creado los "Pack Sorpresa". Así, el contenido y el volumen de cada pack depende de los alimentos que no se hayan vendido al acabar el turno de comidas.
Mediante geolicalización, la app te muestra locales cerca de ti que ofrecen este servicio, así como las horas en las que puedes pasar a recoger personalmente tu pack sorpresa (nada de repartidores). Eso sí, tienes que haberlo comprado previamente mediante a aplicación. Los precios son muy económicos y se puede comer por menos de 4 euros en muchos de los establecimientos.
Actualmente la app cuenta con más de 9 millones y medio de usuarios repartidos por varios países. Estiman haber salvado 12.991.900 packs de comida, que significan 25.984 toneladas de CO2 no emitidos a la atmósfera.
Ni las migas
Ni las migas pone en contacto a establecimientos, ya sean restaurantes o tiendas, que van a tirar comida que ya no pueden vender, con usuarios interesados en comprarla. De momento solo está disponible en Madrid y alrededores.
La app es obra de cuatro jóvenes españoles que se inspiraron por inicitivas similares que se están llevan a cabo en Dinamarca y ya cuenta con más 10.000 usuarios.
A través de la aplicación se pueden localizar productos que, si no se venden al final del día, van a acabar en la basura. Los locales colaboradores muestran los productos y los venden a un precio reducido, estableciendo una hora de recogida.
weSAVEeat
Cada día los restaurantes, panaderías y cafeterías asociadas con weSAVEeat publican en la app sus excedentes alimenticios, que los usuarios pueden comprar a un precio muy reducido.
La app nació en octubre de 2017 en Barcelona y, a finales del año pasado, ya tenían 5.200 usuarios activos, 150 restaurantes colaboradores entre Barcelona, Madrid y Zaragoza y habían salvado un total de una tonelada de comida.
Los locales se ordenan por proximidad, aunque se puede modificar el criterio y buscar por hora de cierre o precio. También se muestran los productos disponibles, que contienen el precio original y el precio final, muy rebajado.
Tapper
El planteamiento y funcionamiento de Tapper es el mismo que el de las plataformas anteriormente mencionadas. Solo tienes que descargar la app, buscar qué hay cerca de ti y pasar a recogerlo en el horario fijado. La principal pega es que, actualmente, cuenta con menos establecimientos adheridos.
Además de la aplicación móvil (solo disponible para Android) han creado la Asociación Comida, Ahorro, Conciencia, una plataforma que promueve el consumo responsable de alimentos, el aprovechamiento de los recursos y la búsqueda de una mayor concienciación en la sociedad sobre qué otras formas de consumo son posibles.
Yo no desperdicio
Impulsada por la ONG Prosalus, el objetivo de Yo no desperdicio es sensibilizar sobre el derecho a la alimentación y el despilfarro de comida, y presionar para que se tomen medidas.
La plataforma es una herramienta colaborativa para compartir alimentos. Todo el mundo que quiera puede anunciar lo que le sobre o ver los productos de otros usuarios que viven cerca para quedar luego con ellos, a través del chat de la aplicación, y poder aprovecharlos.
Hasta la fecha, han conseguido evitar que acaben en la basura 108 kilos de comida.
Soy comida perfecta
Esta start up preocupada por el desperdicio alimentario a nivel global recupera productos en perfecto estado para el consumo procedentes de la industria y supermercados antes de que sean desechados.
Después, Soy comida perfecta comercializa los productos con descuentos de hasta el 80% para sus usuarios, como si fuera un supermercado tradicional. Los productos que oferta, además de estar próximos a su fecha de caducidad, también pueden presentar imperfecciones de empaque o tratarse de la llamada "ugly food".
Actualmente entregan a domicilio en toda la provincia de Barcelona. La compra mínima es de 15 euros y el coste mínimo de la entrega a domicilio es de 4.99€.
Olio
Olio te conecta con tus vecinos y negocios locales para compartir comida excedente y artículos del hogar en vez de tirarlos. Además, todo lo que se comparte es gratis.
Para agregar artículos solo hay que hacer una foto del producto y añadir una descripción breve. Cuando veas cosas que te interese adquirir, envía un mensaje a tus vecinos para organizar un encuentro para recogerlo en su casa o en un lugar público.
Lo mejor es que Olio puede usarse en cualquier parte del mundo.
Fotos | Unsplash.
