Cinco estilos urbanos que Gran Bretaña ha exportado

Gran Bretaña ha sido un caldo de cultivo de tribus sociales desde tiempo ha. Estilos personales que en las islas crecían hasta llegar a un momento de popularizarse a gran escala y exportarse a otros países que siguen a pies puntilla esas influencias externas de estilo. Distintas épocas pero de todas ellas aún conservamos mucho en la moda actual.

Mod, aquel joven Jimmy Cooper

Jimmy Cooper, encarnado por Phil Daniels, se convirtió en un icono de esta escena al protagonizar en 1979 el rol de mod en la película Quadrophenia, dirigida por Franc Roddam. Por aquel entonces la escena mod estaba viviendo su revival por las islas británicas tras pasarse la fiebre de de esta subcultura a mediados de los 60.

Un estilo que basó una de sus particularidades a la pasión por la mejor ropa posible, destinando buena parte de sus salarios en trabajos de perfil bajo o medio a trajes elegantes de sastres italianos.

De ellos nos quedamos con la recuperación por las parkas militares, todo un símbolo de los mod, así como el gusto pop que en los sesenta derivó su escena y que contagió la moda que hoy vemos de nuevo.

Los punks de SEX

El punk no nació en Inglaterra como se suele decir sino en Estados Unidos con grupos como Ramones, Richard Hell y sus Voidoids y demás bandas que caían por CBGB pero faltaba un Malcolm McClaren que comercializase esa movida y se la llevase a su isla natal. La novia de este era nada menos que Vivienne Westwood, quien daría forma a una moda rompedora y provocativa para aquellos inicios de los 70 mediante la tienda SEX.

Una casualidad tras otra lleva a los Sex Pistols y un año más tarde estos prenderían la mecha de una sociedad tradicional y conservadora entonando el ‘God Save The Queen‘ con el que el punk inglés empezaría a expandirse a gran velocidad con la ayuda de los medios de comunicación.

Cuero, tachuelas, crestas, pasión por el negro, por los mensajes en las camisetas, por la moda hecha por uno mismo… el punk tenía distintas versiones entre las cuales se colaba la imagen glam de New York Dolls, solo que estos ya eran estadounidenses.

La oscuridad gótica

Hablando de oscuridad y de pasión por el negro, los góticos hicieron suyo este color en el verdadero uso del total black aplicado a un estilismo. En las islas británicas recibieron la influencia estadounidense y la hicieron suya, tanto de forma musical, con Robert Smith como icono principal y The Cure como uno de los grupos más populares a nivel masivo, como en la moda, con Alexander McQueen como uno de los más mencionados, aunque más tarde llegaría una visión futurista de la mano de Gareth Pugh con la que continuar la historia.

El gusto por el estilo victoriano británico en sus momentos de luto dejó una puerta abierta en la que se pueden ver las referencias previas a dicho estilo.

Lejos quedó el pelo cardado de aquellos años, en la actualidad hemos cogido de ellos algunas grandes joyas con aspecto viejo, cierta pasión por la cruz y por las calaveras….

La vida feliz, la vida rave

Nuestro amigo smiley creado por Harvey Ball en 1963 para fines empresariales internos acabó convertido en un referente de la escena rave que a finales de los años 80 inundó Gran Bretaña con algunas de las fiestas más salvajes que se recuerdan. El Acid House tomó el smiley como un amigo más.

La moda llamativa de aquella época volvió durante esos meses a colarse en muchas marcas. El gusto por el neón, la mezcla de ideas imposibles, el color por el color, las prendas amplias, los tops… Todo era poco para disfrutar de la fiesta.

El boho-chic como moda a copiar

A mediados de la primera década del 2000 el término boho-chic empezó a coger una relevancia tan grande que todo parecía ser boho-chic y si no lo era, no estaba de moda. Un término que se quemó como tantos otros modernos que surgen y se les añade una connotación negativa que en un inicio no tenían, cuando los estilismos de Kate Moss o Sienna Miller comenzaron a ser denominados así.

El gusto folk, el gusto por una idea despreocupada de la moda pero a su vez con una estudiada combinación de prendas para lograr dicho efecto, y el crecimiento de la pasión por seguir y copiar a muchas famosas jóvenes acabó definiendo al boho-chic que era un híbrido de muchos estilos.

Romántico pero sin serlo, informal pero polivalente, prendas cómodas y atemporales que bien podían salir a veces del baúl de la abuela como de la última marca que se subía a este carro para comercializar una tendencia que hoy ya no se denomina así por haberse quemado como término.

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