Consejo de moda: saca de tu armario estas seis prendas que ya no se llevan

Vale, sabemos perfectamente lo que hemos escrito en el titular, pero a pesar de ello tenemos que decirte que en los últimos tiempos cabe prácticamente todo en el mundo fashion: las influencias son tantas que muchas tendencias son o parecen a primera vista contradictorias y muchas veces no sabemos identificar quién alimenta a quién, si las pasarelas al street style o viceversa. Sin embargo, sí que te podemos decir con seguridad que estas prendas ya no tienen mucho sentido en tu armario.

Seis prendas a las que les tienes que decir, por fin, adiós

Los jeggins

Fueron lo más en la década de los 2010, especialmente en el primer lustro, pero, admitámoslo, ha llegado el momento de que pasen a mejor vida. Apuesta por tu opción favorita o aquella que permita la prenda: llevarla a un punto de recogida de ropa, donarla o, simplemente, tirarla al contenedor.

Cosas que tienes que tener en cuenta: un pantalón wide leg de tiro alto siempre estilizará tu silueta y es el mejor vaquero para los meses de verano. Y sí, los pitillos están de vuelta, al igual que los capri o piratas.

Los sombreros boho

Qué buenos momentos nos regaló este accesorio, el complemento más celebrado por las celebrities en festivales tan icónicos como Coachella, o el mejor aliado de influencers como Dulceida, que hizo de él una seña de identidad de su marca y estilo personales. Lo mismo le sucedió a Sara Carbonero, la reina del estilo boho-chic que sigue llevándolos.

No obstante, ahora están mucho más in las gorras y los sombreros tipo pescador, tanto en su versión de invierno como de verano. Eso sí, la estética bohemia está de vuelta, solo hay que mirar la última propuesta de Chloé, desfile en el que estuvo presente en el front row otra de las abanderadas de esta fórmula: Sienna Miller, con cuñas incluidas. Eso sí, regresa con un punto mucho más actual.

Estampados made in 2010: no, gracias

Seguro que recuerdas a la perfección cuando las calles, después de que sucediera lo propio en Instagram, Tumblr y Twitter, se plagaron con prints con la bandera de Estados Unidos, galaxias, palmeras o estampados tribales con un puntito apropiacionistas. Vale, pues por unos motivos y otros ha llegado el momento de que les digas ciao a todas las prendas que te recuerden en mayor o en menor medida a todo ello.

Esta temporada apuesta por patrones clásicos: rayas, cuadros o flores. Venga, no vayas de Miranda Priestly de la vida diciendo que esto último es muy obvio en primavera. Tú fíjate en las maravillas de Oscar de la Renta o Carolina Herrera y verás que se disipan tus dudas.

El neon mejor para la discoteca

Qué tiempos aquellos en los que Kanye West aún no había entrado en una espiral de supuestos problemas mentales y aún era el estilista de la que era su esposa, Kim Kardashian.

Estoy segura de que recuerdas cómo la estrella de reality por excelencia junto a sus hermanas consiguieron que nos pareciera bien llevar prendas en tonos neon, una tendencia que además resucitamos hace un par de temporadas y en la que casi volvemos a caer peligrosamente después de que el año pasado se impusiera el rosa Barbie core y el verde wasabi.

Sin embargo, nuestro consejo de cara a los próximos meses es que te ciñas a los colores en tendencia del momento, entre los que destaca el rojo y los pasteles, que han regresado con muchísima fuerza después de varios años en el ostracismo de la moda, en especial el celeste y el melocotón.

Las zapatillas tipo Balenciaga Triple S

Vale, seamos sinceras: si te gastaste en algún punto los casi 900 euros que cuestan estas sneakers de Balenciaga, sigue llevándolas, hazlo por favor. No obstante, si tienes un modelo que ya apenas usas muy similar al original, esta es la señal de que te tienes que deshacer de él, ya que este año las tendencias en zapatillas que triunfan pivotan básicamente entre las Adidas Samba, sí, aún, y las New Balance 327.

Prendas y accesorios plagadas de logos

A ver, esto es un no pero sí, sí pero no. Seguro que ya sabes que la tendencia empuja al lujo silencioso, es decir, esa corriente que apuesta por prendas y accesorios de una calidad exquisita sin que haya atisbo de marca alguna de su procedencia, pero teniendo muy claro que las personas que entienden de qué va la cosa saben distinguir entre un jersey de Zara y uno de Loro Piana, o un bolso de The Row de otro de Massimo Dutti.

No obstante, aún queda un remanente pata los fanes de la logomanía siempre y cuando esta vaya de la mano de la estética dosmilera o del upcycling. Eso sí, olvídate del cinturón GG Marmont de Gucci.

Fotos | Launchmetrics Spotlight et al., Farfetch y Loro Piana

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