Olvidaros de las chaquetas entalladas o tipo esmoquin, y del total look de los ochenta, aunque parezca mentira, la época de Madonna y el Like a Virgin no es la única que impera este otoño/invierno en las pasarelas: el minimalismo oversized de los noventa, también está de moda.
Calvin Klein o Marc Jacobs nos han traidos de vuelta propuestas XXL, y tras sus pasos, otros tantos diseñadores apuestan por liberar a la mujer de las estrecheces, tanto de cintura para abajo, como en abrigos y blazers, que vienen anchos, largos, y muy sueltos, prácticamente sacados del armario de tu padre o de tu novio.
A lo Melanie Griffith en Armas de Mujer, las hechuras se hacen mayores al más puro estilo yuppie, pero las proporciones ahora son otras, el mejor aliado de los maxi blazers son los pitillos o las faldas muy cortas a modo de contrapunto al carácter serio y clásico de una prenda eminentemente masculina como es la americana.
Ayer precisamente, veíamos a Liv Tyler luciendo su particular versión del boyfriend blazer en la fiesta de Burberry en Los Ángeles, y lo combinaba perfectamente con pitillos, sandalias, y camiseta de algodón debajo. Atención al detalle de las mangas remangadas, cópiala y matarás dos tendencias de un tiro.
Si esta modalidad tuviera madrina, esa sería Ashley Olsen, que desde el principio ha apostado por una talla más bien llevada, y que elige a Francisco Costa como comodín para hacer de ella su bandera.
Y su hermana Mary-Kate sigue sus pasos de cerca, recientemente la vimos con un blazer extra largo a modo de vestido, más que chaqueta, y en lugar de tirar de diseñador consagrado, se lo fabricaba ella: la prenda es una de las nuevas piezas que se pueden encontrar en los grandes almacenes que distribuyen su firma "Elizabeth and James".
Pero las gemelas no son las únicas en haber caido en la tentación: Gwyneth Paltrow y Charleze Theron vienen incurriendo en el vestidor de "sus respectivos" (novios, se entiende) desde hace algún tiempo.
Lo mismo que Leighton Meester, que esta misma semana lucía su particular versión de la tendencia, en tejido satinado y de media manga.
Pero las cebrities no son las únicas en haberse hecho eco de la masculinización de la chaqueta de traje: la calle, también se adapta.
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