Seguimos con la redacción al completo de Vogue Paris, y hoy le toca el turno a la benjamina del equipo: Géraldine Saglio, asistente de Emmanuelle Alt al frente del equipo de moda más potente y nutrido del panorama editorial internacional.
Van siempre juntas, y parecen todas clónicas, pero a pesar de que siguen una misma pauta; cosa que por otra parte, no me parece mal, porque son el sello distintivo de un nuevo fenómeno social: el de las voguettes , y han conseguido pasar de hablar de tendencias, a crearlas; cada una de ellas, es bien distinta.
Los editoriales de Saglio en la edición más atrevida de todos los Vogues están hechos a su imagen y semejanza, y todo lo que predica, se lo aplica ella misma: su fórmula mágica es el chic desenfadado.
Al igual que a sus colegasd de trabajo, le apasiona Givenchy, y pasa de los leggings acrílicos o de vinilo a los jeans de pata ancha con total normalidad.
El blazer es su prenda fetiche.
Y la minifalda sin medias en pleo invierno, su mejor aliada.
Pero si hay una tendencia que la caracteriza a nievel personal, ese es el amor por los motivos marineros: ella ha recuperado la moda de los jerseys a rayas y todos los reportajes fotográficos que ha vestido, han tenido como motivo principal esta tendencia tan francesa y patria.
El tartán ha sido otro de sus fuertes, y es que ninguna clave puntera se les escapa a este ejército de parisinas que hacen que la moda parezca de todo, menos forzada, porque sí, ya sabemos que lo del pelo lacio pero estudiadamente revuelto, el negro por encima de todo, y lo maxi con lo mini, no les ha venido inculcado por ciencia infusa, pero realmente, yo creo, que no les cuesta nada vestirse cómo se visten cada mañana.
En Trendencias | Mujeres con estilo: Mélanie Huynh