Hay prendas que son inconfundibles de una época, hay otras que son más escurridizas y se pasan de un momento a otro casi sin sufrir ninguna transformación. Se convierten en clásicos. Pero hay otros que quedan atrapados en el tiempo e irremediablemente nos recuerdan algo pasado. Eso fue lo que sentí con esta nueva tendencia: vestidos vaqueros.
Fue como si rejuveneciera unos veinte años y se uniera la tela vaquera lavada al ácido que ha tenido su revival con mis años mozos en que usaba lindos vestiditos vaqueros. Claro está que ya no tengo siete años y por lo tanto, en este regreso de los vestidos vaqueros no puedo meterme en el baúl de lo viejo.
Pero si que puedo recomendarles por donde empezar su búsqueda si quieren hacerse con uno. El toque vintage nos lleva a esos vestidos sensuales con una especie de faldón encima de uan falda recta. Unos stilettos de colores, grandes pendientes y el pelo rizado ultra esponjado y pueden ser una imagen salida de cualquier video de Cindy Lauper. Este de Miss Selfridges es una pasada.
Si lo suyo es el look de niña buena, pues más bien decantarse por algo más relajado con Topshop, quien se deja lo sexy en la avertura en la espalda y nos trae un vestido vaquero más relajado con bolsillos laterales. Algo como de jardín de niños.
Como el estilo folk también está de regreso, pues pueden combinar sin problema dos tendencias. Un vestido recto vaquero como el de Topshop o algo más sutil y femenino con volantes y fruncidos como los de Miss Selfridges. Hay mucho de donde escoger y una variedad de formas de llevar estos vestidos.
Dependiendo del modelo la clave está en botines cortos o en stilettos para recuperar el look ochentero. Los que son como camisas son muy funcionales pues con leggins le das el toque de hace tiempo y si le añades botas vaqueras aún más.
Solo usen su imaginación chicas.