Al parecer robarle las prendas a tu chico, marido, hermano o papá sigue estando de moda. Empezamos por los vaqueros y seguimos por las chaquetas; así como las camisas, con las de cuadros como tema central de esta temporada Otoño-Invierno 2009/10. Y ahora el asalto continua también con sus abrigos.
Los abrigos de buen corte, ajustados a la cintura, con doble botonadura o con corte imperio siguen estando de moda, pero para completar el look grunge y más desenfadado los abrigos boyfriend son la opción. Tienen un cierto aire retro, pues llevan mangas amplias, de corte seguido debajo del brazo y no marcan cintura para nada.
Son lo más caliente y cómodo que encontrarás para cubrirte del frío. Sobre todo cuando puedes darle tu propio toque con lo que lleves debajo. Las versiones varían de ancho y de largo. Pero el punto de todo es que parezca una o dos tallas más grandes sin que necesariamente termines nadando dentro de él.
Por ello, las firmas de mujer si que han adquirirdo la tendencia y la han hecho suya. Si el robo no es una opción, bien puedes escoger el tuyo de entre lo que te ofrecen las tiendas a pie de calle. Por ejemplo, Mango nos ofrece dos versiones. Una corta a la altura de la cadera en cuadros príncipe de Gales azul rey y negros. Más que un abrigo, este primero es un chaquetón de mangas corridas y con botones ocultos.
El otro es menos maxi y más recto. Viene también en cuadros verdes y azul marinos para un look escocés que va perfecto con vaqueros. Es más largo pues llega por arriba de la rodilla y un tanto más informal. Con 39 euros te puedes hacer de él, mientras que el primero cuesta 79 euros.
Pero mi favorito es el chaquetón gris, corto y con doble botonadura. El toque de líneas le da a la lana un aspecto diferente y la doble hilera de botones le da un aspecto de chaqueta Sargent's Pepper. Ideal para un look más formal con pitillos negros y taconazo. Es el más caro de los tres, pues cuesta 99 euros.
Pixie Market nos ofrece la versión masculina. Es decir, un abrigo de muy buen corte que parece inspirado en el que usaban los abuelos. Pero en un sentido positivo como lo es lo vintage. Viene en casimir gris con líneas blancas y rojas y tiene un corte recto, doble botonadura y el toque lo da las mangas volteadas.
Un corte impecable y que va perfecto con vaqueros rotos, maxicamisetas e incluso unas Doc Marten's creando un efecto de desaliño muy bien estudiado. Cuesta unos 300 euros, pero lo vale y si después pasa la tendencia siempre puedes cederlo a algún miembro masculino de la familia.
Bimba & Lola nos muestra lo más sofisticado en este abrigo corto que puede ser parte de un traje de dos piezas. El cinturón de cuero afinando la cintura logra hacerlo lo más femenino y elegante que podría llegar a ser este tipo de prenda. Se me antoja un look de vagabundo sofisticado sacado de una película de Chaplin.
Esta tendencia de abrigos grandes ya la había visto en los ochenta y de hecho mi abuela dejó unos magníficos abrigos de lana y cashmir de este estilo que tengo que sacar del baúl de los recuerdos. Ni asaltar a mi chico tuve. ¿Les gusta?
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