Lo de las tendencias y sus coincidencias es a veces un misterio mayor que el de la isla de Lost, y es que, a que los diseñadores se solapen y presenten tejidos, colores, materiales, largos, motivos, en definitiva looks parecidos creando tendencias, se suma que de un año a otro, esas mismas tendencias estén prácticamente pensadas para mutar en patrones que sean una continuación lógica. Me explico: ¿Que un año el tono del verano es el blanco? Al siguiente es el nude (y subiendo en la paleta de colores). ¿Que un verano se lleva el look militar? Al siguiente triunfan los aires misioneros.
Es decir, aunque muchas tendencias se mantienen, porque encuentran su sitio, se repiten y al final se convierten en clásicos, la mayoría de ellas: o se rompen de una temporada a otra a través de elementos antagónicos, o se perpeteuan en forma de prolongación o de exploración de una rama diferente.
Es el caso por ejemplo del print tropical, una de las claves de la primavera-verano 2009, que esta primavera-verano 2010 se transforma en print natural.
1. Si el año pasado la selva amazónica o la polinesia de Gauguin eran la inspiración, esta primavera-verano, la palma se la lleva la naturaleza en general, sin tanto toque exótico.
Triunfa el toque ninfa del bosque a lo Diane Von Furstenberg (foto del centro en portada), o a lo Mischa Barton.
2. La temporada pasada Miuccia Prada ponía de moda materiales ecológicos como el lino o la rafia, recios y de difícil caída, pero este año lo que triunfan son los tejidos más ligeros, etéreos y vaporosos (lo que no está reñido con que sean orgánicos), y no solamente en vestido, también en pantalones, tops, y chaquetas.
Algo así como este Chloé de Zoe Kravitz.
3. La técnica más aplicada el verano pasado fueron los troquelados y el efecto origami. Ésta primavera los agujeros en la tela no vinen cortados a láser ni con tijeras a lo papiroflexia sino que se llevan las redes.
4. Los tonos de moda hace justo un año era los fluorescentes y neónes. Éste, la intensidad se apaga y lo cegador pasa a ser pastel.
5. La temporada pasada era Memorias de África la que ejercía de hilo conductor de una corriente que volvía a poner en el punto de mira el look safari: esta temporada es la Maria Antonieta más rural la que trae de vuelta el look campesina.
6. Lo que en primavera-verano 2010 eran flores incrustadas a modo de pétalos y capullos son esta primavera-verano ruffles (microvolantes para los amigos).
La versión barata de la georgette de seda la tienes esta temporada en H&M de la mano de su colección Garden.
7. Por mucho que se empeñen Dolce & Gabbana para su línea D&G, el look cowgirl cede esta temporada en favor de los indios.
Jessica Szohr, amante de lo étnico y multicultural, se aplica el cuento navajo en Gossip Girl.
8. Nina Ricci o Ungaro destaparon en 2009 los vestidos con cola para ocasiones especiales. En 2010, la tendencia sexy del corto por delante y largo por detrás toma la forma de pronunciada raja al frente.
Jennifer Aniston se atrevió con ello en los Globos de Oro.
9. La medida pesquera fue la llave de paso de los pantalones la primavera pasada; ésta, los leggins de invierno se convierten en ciclistas. Y no solamente en versión elástica, también para vestir, de pinza.
- Lo xxs acaparaba la temporada estiva las medidas de faldas y vestidos. Los papeles se invierten y esta primavera lo XXL se convierte en el nuevo largo de cintura para abajo. Vale todo aquello que sea por debajo del tobillo.
Miranda Kerr ya ha cambiado el chip de lo mínimo a lo tapado, ¿te apuntas?
Fotos | style