Seguimos repasando las tendencias en vestidos de fiesta, y este año no vale lo de “menos en más“, este año “más es más“, es decir, cuantos más detalles de lujo tenga el vestido, mejor. Así, los adornos como las plumas, la pedrería y los flecos, los tonos joya (verdes esmeralda, rojos rubí o violeta amatista), o las telas lujosas como la seda o el satén hacen que el vestido sea más deseado. También los volúmenes exagerados harán que seamos la protagonista de la fiesta.
Los principales diseñadores se rinden al lujo (¿quién dijo crisis cuando estamos en Navidad?) y, por ejemplo, Christian Dior y Oscar de la Renta, decoran sus vestidos con pedrería y brillos dorados, y Monique Lhuillier con plumas, creando bellísimos objetos de deseo. Evidentemente, el lujo se paga y, muchos de estos vestidos cuestan por encima de los 6.000 euros.
Otras diseñadoras que adoran las plumas, los volantes y todo lo que haga ganar en exquisitez un vestido de noche son las diseñadoras de Marchesa, por eso sus vestidos son tan cotizados en la Alfombra Roja, porque te hacen sentirte como una auténtica princesa.
Este invierno, Dolce & Gabbana han diseñado vestidos de grandes volúmenes, que nos hacen recordar a los cuentos de hadas y a aquellos bailes en el palacio real. Alexander McQueen también se ha dejado llevar por la inspiración de la realeza con unos maravillosos vestidos.
Carolina Herrera lleva la inspiración campestre y de caza de su colección para este otoño/invierno a los vestidos de fiesta utilizando telas como el satén mezcladas con telas de tapicería, sin olvidar los detalles de largas plumas de faisán.