Donatella Versace pertenece a esa camada de diseñadores italianos que pinta a la mujer siempre sexy, llamativa, colorida y salvaje. Y su colección primavera-verano 2010 presentada ayer mismo en el marco de la Semana de la Moda de Milán, ni defrauda, ni innova: confirma ese esteriotipo que ha venido alimentando desde siempre la firma que ahora dirige, y que antaño fundara su desaparecido hermano.
Estampados geométricos, colores ácidos y pastel, minifaldas irrisorias y plataformas de vértigo son los rasgos característicos de una serie de propuestas inspiradas en el maravilloso mundo de Alicia en el país de las Maravillas.
Una Alicia a medio camino entre las supermodelos de los noventa y las it girls de hoy en día.
Cuando digo plataformas de vértigo me refiero a zapatos impracticables. Y es que el calzado que nos propone la italiana es impresionante pero exagerado a más no poder.
Además de faldas mínimas, también hay pantalones: los trajes ya no son sastres sino la que versión del nuevo siglo viene conformada por pitillos stretch y blazers biker.
Una vez más, y a pesar de ser una colección enfocada al calor, una de las prendas que se repiten son los abrigos de verano. En tonos neutros. Y de aspecto más tecnológico que clásico.
La estrella indiscutibe son si duda los sensuales vestidos de noche, a base de cortes laterales, asimétricos tirantes, vaporosa caída y aberturas insinuantes. Un must-have de innumerables celebrities para triunfar sobre la alfombra roja..
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