¿Qué pasaría si a una fashion victim (sin un duro) le tocará el Euromillón?

¿Alguna vez has soñado que te tocaba el Euromillón? Yo sí. Varias veces… Al día. Y siempre acabo en la misma conclusión. por muy elevado que fuera el premio sería insuficiente, creo que me lo gastaría en un abrir y cerrar de ojos. Son tantas las cosas planeadas, que pienso que por muchos millones (de euros) que se me ingresaran en la cuenta corriente, en un par (o tres de días) se verían volatilizados. Y no pierdo la fe, el día que me toque seguiré unas pautas. ¿Coincides conmigo?

Ruta escandalosa de compras con las amigas

Siempre que viajo y encuentro la zona heavy de compras pienso: un día volveré a esta ciudad con mucho dinero y no pararé de salir de estas tiendas con bolsas y bolsas. Pero esa experiencia carece de sentido si no lo haces rodeada de tus amigas, es por eso que siempre les digo: ‘nos iremos por todo el mundo de compras. Yo os invitaré a todo, ¡sin mirar precios!’. ¡Aaahhhh! Qué gustazo debe ser ir a una tienda y comprar sin importar el precio de las cosas. ¿Qué me gusta un bolso de 2.000 euros? Ponme uno en cada color.

Más vale tarde que nunca

Hay colecciones de moda que por más que pasen los años te siguen gustando y sigues anhelando poder tener algo de ellas dentro de tu armario. Pues bien, en mi caso me pasa con todas y cada una de las prendas de Isabel Marant. Es más, sería tan cool y estupenda que la propia diseñadora sería mi amiga y nos iríamos juntas de compras. Enfundada quizás con sus pitillo con estampado azteca o con algún minivestido de los suyos. Sí, en Jak and Jil me llamarían la Isabel Marant española. (Básico tener un apodo para que la gente te conozca).

¿Dónde está Charlie?

Como si de un juego de Wally se tratara, la gente se preguntará donde estoy. Cada semana en una ciudad nueva, conociendo culturas, gente y nuevas modas. Eso sí, siempre volando en primera y alojándome en las mejores suites del momento. Viajaré tanto, que la vida de Chiara Ferragni será insulsa y aburrida a mi lado.

Mis bolsos fetiche… todos juntos

Hay una lista de bolsos que quiero que formen parte de mi vida. Cada uno de ellos de una firma distinta (para ir variando). Sencillos, clásicos, atrevidos o llamativos. Cada uno tiene un no sé qué que me hace perder el oremus de la vida. ¿Me dejo alguno?

Paraty de Chloé
Brenda de Alexander Wang
2.55 Jumbo de Chanel
PS11 Classic de Proenza Schouler
Pashli de 3.1 Phillip Lim
Muse Two de Yves Saint Laurent
Skull de Alexander McQueen
Boston Bag de Céline
Tassel de Mulberry
Veneta Large de Bottega Veneta
Falabella de Stella McCartney

Si estáis pensando que me dejo el básico para toda fashion victim posh, estabais equivocados. Y es que Hermès se merece un apartado especial porque… ¡los quiero todos!

Y para terminar en este apartado, una colección de maletas de Louis Vuitton y otra de Goyard para mis innumerables viajes.

Mi particular paraíso

Obviamente en mi casa no habrían armarios, sino habitaciones enteras especializadas: una para los bolsos, otra para los zapatos, y así sucesivamente. La reacción de mis amigas al entrar sería como el del anuncio de Heineken pero al cuadrado (ellas son más histéricas). Y como toque chic colocaría puertas a lo Chiara Ferragni…

¿Y por qué no?

‘Voy a gastarme una cantidad indecente de dinero y quiero que me haga la pelota‘. Sí, es la mítica frase de Pretty Woman y desde que la escuché ya de bien pequeña he querido soltarla alguna vez. Pero mi economía no me la permite soltar ni en un Primark. Así que deberé esperar para ponerla en práctica.

¿Por qué escoger entre varios modelos?

Puede que una vez fundido la visa, me apetezca ir de shopping por algún outlet y me pare en una tienda de gafas de sol. Quizás, después de toda esta ruta mi voz se convierte en un sonido un poco repipí y de pito como la de Olivia Palermo y suelte un: ‘I can’t decide. Maybe I take all of them‘ (algo así como ‘no puedo decidirme. Quizás me los llevo todos‘). Y termine la frase con un incordiante ‘mmmm‘.