La inspiración viene de donde sea cuando de crear se trata: o llega de la nada en un momento de creatividad, o aparece al momento de encender la televisión o el computador. A raíz de la invasión de la cultura de oriente en occidente, los diseñadores no han sido ajenos al fenómeno kawaii: de ahí que, moda y anime, los dos mundos que parecen dispares entre sí si los ves individualmente, tienen varias características comunes.
El concepto de 'anime' tal como se entiende en la cultura popular en la actualidad, emergió en el transcurso de los años 60 y 70. Antes de que el término se consolidara en la temática de dicho estilo de dibujo concreto, existían ya en Japón las películas de animación.
No obstante, durante los años 70 y 80, el anime recibió el impulso definitivo como medio artístico de la mano de artistas que consagraron la nueva forma de entender el anime en la cinematografía de Japón, misma a la que Occidente se rindió al ver que surgía una nueva forma de expresión a través de la ropa como una válvula de escape: el cosplay había nacido.
La práctica de disfrazarse como personajes de ficción fue el primer eslabón entre el anime y la moda. Los fans, con su creatividad y dedicación, comenzaron a recrear las vestimentas de sus personajes favoritos, dando vida a un universo estético único y lleno de posibilidades en el que las grandes casas de moda vieron una oportunidad.
El cosplay: de las calles a la pasarela
A medida que el anime ganaba popularidad internacional, el cosplay se convirtió en una forma de expresión creativa para los fanáticos. Eventos como la Tokyo Game Show y la Comic-Con en San Diego comenzaron a acoger a miles de cosplayers, lo que llevó a una mayor visibilidad del arte y la cultura del anime.
No obstante, aprovechando el auge de esta tendencia de estilo, se abrieron las puertas a la democratización de una estética en la que diseñadores encontraron una fuente inagotable de inspiración, que iba desde la adopción de estampados con personajes conocidos, como lo fue una colección especial de Maison Margiela que reinterpretaba sus botas Tabi, hasta la colección 'Horn of plenty' de Alexander McQueen, donde vemos la influencia de la animación en los estampados de sus vestidos, así como el maquillaje de las modelos que hacen referencia al teatro kabuki japonés y que la acercaron a los pilares básicos del cosplay: la teatralidad y la fantasía.
El efecto Michele: el toque Midas del anime en la moda de lujo
Si bien marcas de oriente como Beyond Closet hicieron lo suyo al presentar estampados de anime en su colección de invierno de 2023, así como UNDERCOVER en su desfile en Japón en colaboración con 'Evangelion', una de las grandes referencias del anime en la moda del lujo llegó de la mano del diseñador Alessandro Michele, entonces director creativo de Gucci incorporó el anime y muchas de sus variantes en sus colecciones de pasarela, campañas y colecciones especiales.
Entre las más significativas, está la línea de bolsos y prendas que lanzó en colaboración con Doraemon, que, en su momento, expertos declararon que era una 'colección perezosa' al sumar un personaje conocido a su propuesta para celebrar el Año Nuevo Lunar Chino, lo que, según opiniones, dejaba ver el poco conocimiento de la marca sobre el mercado asiático.
Además de esta incursión, se vieron también varios estampados de su colección de otoño para 2018, donde hizo alusión al Shōjo, un género de manga dedicado a historias románticas, especialmente para el público femenino, y más recientemente, convirtió a Miley Cyrus en un personaje animado para el spot de una de sus fragancias
Pero su incursión con los dibujos animados no terminó ahí, sino que también saltó al terreno de los videojuegos, presentando una colección colaborativa con The North Face disponible para los jugadores de Pokemón GO.
Los accesorios en la mira
El auge de la estética oriental y la influencia del anime en la vestimenta del día a día, hizo que las marcas de lujo no lo pensaran dos veces y comenzaran a ver a los dibujos animados como grandes aliados para sus ventas, si bien ya no para colecciones completas, sí que los convirtieron en objetos de deseo en accesorios de edición limitada.
Uno de los principales ejemplos del auge del anime en líneas de complementos, es el de la española Loewe, que lanzó una colección inspirada en 'El castillo ambulante' de Studio Ghibli, que contemplaba una reedición de sus bolsos Puzzle y Hammock pintados a mano o con paneles de piel que dejaban ver a los personajes de la cinta.
Y más recientemente, tenemos la esperada línea de calzado y bolsos de fiesta de Jimmy Choo, en el que los zapatos altos y los bolsos son referencia directa del vestuario de los personajes del anime, mientras que los bolsos, dejan ver estampados directos de las páginas del manga lanzado en 1997.
De lo exclusivo a lo masivo: la llegada del anime al fast-fashion
En la moda, esa sensación de exclusividad termina cuando un concepto llega a un mercado masivo, y para desgracia de las firmas de lujo, las marcas de moda rápida o de high fashion, se subieron rápido a la ola de los dibujos animados en sus colecciones.
Bershka, una de las más destacadas marcas de ropa favoritas de los millennials, ha sabido adaptarse a este mercado desatendido por los minoristas de todo el mundo, y ha sabido sacar partido con zapatillas deportivas inspiradas en Naruto, sudaderas y jeans con el rostro de Doraemon, piezas deportivas de Attack on Titan y guiños a la esencia de la década del 2000 con diseños inspirados en Bleach, todas ellas, curiosamente, para el mercado masculino.
El auge del anime llevado a la vida real a partir del cosplay ha tenido un impacto significativo en la moda, ya que no solo ha ampliado las fronteras de la inspiración para colecciones y desfiles, sino que ha desafiado las normas de la autoexpresión y la identidad en la cultura contemporánea.
Foto de YouTube | Sailor Moon Cosplay | Anime Network | Jimmy Choo
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