Yo sigo montando la guerra por mi cuenta, que es lo que me gusta. Y es que sigo empeñado en que en muchos trabajos se puede vestir de forma más alegre y arriesgada de lo que se hace, que para eso ya tenemos los uniformes del colegio de enanos. Vale, los pantalones fueron rechazados por muchas sin oportunidad alguna. ¿Pero y los vestidos con vistosos estampados?
En una temporada en la que el estampado está más vivo que nunca, hay que animarse. No vale con decir: anda, qué original, pero no me lo pongo ni regalado. Me sigue asombrando que en el trabajo, donde pasamos casi toda nuestra vida, no nos atrevamos a ir como nos gusta si tenemos libertad de hacerlo (salvo en casos de fuerza mayor).
Aquí hay algunas ideas cercanas a un look de fiesta que también valen para hacerse una idea de cara al trabajo.
Entre animales
Esta temporada los vestidos se animan con los estampados más curiosos y es lo que mola, el aburrimiento dentro del armario, por favor. Los animales campan a sus anchas sin miedo. La sorpresa de encontrarse un perro, un pájaro o el más exótico de todos ya quedó para temporadas atrás. Ashley Judd escoge diseño primaveral de Carolina Herrera y no falla.
La despensa en el vestido
Ante la escasa sorpresa por parte de los animales, los diseñadores tienen que aportar algo que cause más curiosidad, y en el mundo de la cocina tienen para dar y elegir. Dolce & Gabbana sabe cómo resaltar el atractivo de un pimiento rojo. Vestido largo hasta el tobillo que luce Pixie Geldof.
Gusto por lo retro
Hay marcas a las que se les consiente de todo. Prada es una de ellas y sus coches retro de esta temporada son otros de sus detalles para recordar. Pese a que a mí me siguen sin gustar reconozco que tienen su aquel y que al menos dan un punto interesante al vestido. Freida Pinto lo defiende bien.
Lo que no falla es lo retro en estampados geométricos, que pueden ser de lo más variado. Si encima lo luce Chloë Sevigny de Opening Ceremony la ecuación está completa.
Mezcla pura
Vestidos que mezclen de todo un poco, que no se queden en el monocromatismo ya conocido, que aporten algo más. Que los veas y digas: qué original. Claro que la línea entre la originalidad y el error a veces es muy fina. Claire Danes tiene clase y no la sobrepasa. Preen es un acierto seguro.
Las flores de siempre
De siempre sí, porque pasarse de moda nunca, solo que esta temporada si escogemos un estampado floral que sea algo más que vivo. Si eso podemos ir a lo grande, al estilo de Celine Buckens a quien le sienta muy bien el vestido de Moschino Cheap and Chic.
Algo menos arriesgado: Becki Newton de Erdem con la pintura de por medio.
¿Más ladylike aún? Leighton Meester de Peter Som entre naranjas, amarillos y rosas. Que no falte el color.
La fiesta pide algo más acorde y Kate Mara prefiere este vestido cruzado y con escote halter de Salvatore Ferragamo.
Mientras, Lily Collins sigue intentando meterse entre las actrices con buen estilo y para ello opta por un diseño de Collette Dinnigan entre flores y círculos hipnóticos.
¿Y esto dónde lo compro?
Sí, mucha firma buena, mucha famosa pero al final faltan propuestas más razonables con las que complementar el ropero. Calma, que todo llega.
Hay entre lo que elegir. Estampados variados, distintos largos y diseños. Por si queréis alguno de esta selección os dejo con las tiendas online directas:
Kling por 39,90 euros.
Zara por 29,95 euros.
Asos por 50,10 euros.
Mango por 39,99 euros.
People Tree por 55,99 libras.
Vero Moda por 34,95 euros.
Asos por 50,10 euros.
Fotos | GTres
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