Definitivamente creo que ya no busco más. Vamos, que este año todas las reuniones familiares las voy a amenizar con un mismo modelito: un little black dress. Siempre he tenido claro que debía de guardar uno en mi armario, de hecho, tengo más de dos y más de tres, pero muy a mi pesar, ninguno tan excelso, ni tan corto, como los de Heidi Klum y Doutzen Kroes.
Está claro que “la percha” acompaña, un buen par de piernas extra largas son imprescindibles para que luzca bien un vestido muy por encima de lo permitido por la ley de muchos países, pero como eso lo provee la genética y ya no hay vuelta atrás, unos tacones de vértigo son lo más parecido a un milagro de la naturaleza.
Si bien el vestido de Heidi es maravilloso, no en vano pertenece a la colección primavera-verano 2009 de Louis Vuitton, vamos, que lo ha hecho Marc Jacobs, el de Doutzen, mucho más sencillo, es la mejor opción: primero, porque es ancho de cintura para arriba y ayuda a disimular, por ejemplo, algo de barriga, o unos brazos fuertes de más, y segundo, por el discreto detalle de encaje en la pechera. Perfecto.
¿Alguien más se lo va a pedir a los Reyes Magos?
Foto | red carpet fashion awards
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