El rubio platino más conocido de la moda indie británica en los últimos meses, ahora ha decidido olvidarse del diseño que le hizo famoso: las camisetas con eslóganes irónicos y de letras enormes que copaban todo el espacio. Dice estar cansado, quiere evitar estancarse en este aspecto y crear otro estilo... ¿Podrá dar el paso de la confirmación?
El primer salto ya está dado. Ha conseguido desfilar en la London Fashion Week bajo su marca, House of Holland, donde despertó los elogios de bastantes personas. Y el segundo, también; contando con su inseparable amiga, Agyness Deyn. Ambos hechos le garantizan la relevancia necesaria para seguir apuntando alto en la moda, más aún si vemos que Levi's le ha pedido una colaboración recientemente.
Aún así, todos estos hechos a mí no me hacen creer en la marca House of Holland como nuevo paradigma a tener en cuenta dentro de la moda, ni por muy retro o vintage que se quiera ir. El boom de las camisetas le ha situado en una posición privilegiada pero la fama, como viene... se va. Y ninguna marca vive del éxito de unas simples camisetas (por muy "gracioso" sea el mensaje en ella).
Bien es cierto que las trendsetter estadounidenses por excelencia dentro de ciertas edades, como son las gemelas Olsen, tienen en alta estima los diseños de Henry Holland, como también lo hace Nicole Richie. Pero da la casualidad que ambas, llevan hoy una prenda y mañana se cansan de ella.
En la actualidad, si se entra en la página web oficial de House of Holland, la estética punk de los inicios sigue estando, como también lo hacen decenas de camisetas donde sólo varía el color y el mensaje. Entre medias, si se rebusca dentro de las colecciones, la monotonía sigue imperando, salvo cuando se accede a Passio Factionis, la nueva línea que está por llegar en breve.
Las premisas son claras: el look punk no se despega de House of Holland, ya sea por el uso de los cuadros habituales, por los cortes en las prendas, o por la estética de mezcla que propone. Una línea muy desenfadada, con diseños poco propicios para ir por la calle bien vestido (este hecho es impensable bajo la marca inglesa), pero sí efectivos si se quiere apostar por llamar la atención con algo que nadie se pondrá.
Si esta es la línea que Henry Holland busca, le va a ser complicado asentarse y repetir el éxito de sus manidas camisetas. Alguna propuesta es muy original y acertada, pero el resto pecan de excéntricas, no por ser demasiado modernas, sino por el poco gusto a la hora de vestirlas. La vida o no que haya detrás de las camisetas, se verá en este 2009, su año de confirmación o su año de caída.
Sitio Oficial | House of Holland