Ya por allá en abril, Vogue tuvo una portada muy polémica en la que se mostraba a un jugador de basketball y a la modelo Gisele Bundchen que lucía pequeñísima a su lado. La crítica se centraba en la idea de la bella y la bestia en un sentido un tanto racista que yo creo que la imagen en ningún momento intentaba transmitir.
Así que, si los dardos iban en esa dirección, ahora la edición parisina del a revista lanza unos aún más envenenados con una fuerte declaración de intenciones por parte de Carine Roitfield, la editora de la revista en Francia. Es una crítica a los grupos activistas de protección de los animales en cuanto al uso de pieles no sintéticas en el mundo de la moda.
Los protagonistas de las fotos son Mario Testino como el creador y Rachel Zimmerman como la modelo, quien aparece en todas y cada una luciendo sendos abrigos de piel de chinchilla, zorro, etc. toda vestida de negro y con mucho maquillaje a lo Shirley Manson para darle protagonismo a los abrigos. Debo decir que las fotos son geniales y que el look de Rachel luce muy trendy, pero como siempre creo que el mismo efecto puede lograrse con pieles sintéticas.
Ahí, no estoy de acuerdo con el editorial de Vogue París para agosto y me uno a las prontas protestas de grupos como PETA que también están inmortalizados en las fotos con los carteles en los que se critica el uso de pieles alrededor de la Zimmerman.
La belleza no implica lastimar a otros seres vivos para obtenerla.
Vía | Vogue