El otoño ya está aquí. Y con él la segunda tanda de época fuerte de bodas: mayo y septiembre (y octubre) son los meses con más tirón para organizar un enlace. Y no es de extrañar. Son meses de entretiempo en los que ni hace mucho frío, ni excesivo calor, lo que nos despista un poco a la hora de qué ponernos, pero justamente en cuestiones de abrigo se agradece porque no hay nada más engorroso que tener que ponerse varias capas cuando uno va de fiesta.
Pasado el verano, el moreno y los colores chillones, vamos, una vez entrado septiembre, se imponen los tonos más apagados. Y es lógico. Porque son los que la mayoría considera más elegantes. Los más discretos, los más clásicos y los más combinables.
Una vez más, la gama de precios es oscilante y con poco podemos conseguir looks espectaculares, todo depende de cómo adornemos el elemento base de nuestro estilismo: el vestido.
El negro, por mucho que se empeñen, es el color del vestir y se puede llevar perfectamente a una boda: basta animar el look con detalles coloridos que no le resten sofisticación ni elegancia. El palabra de honor, el encaje y la silueta lápiz, son las claves de esta temporada.
Si conservas un excelente tono de piel, aprovéchalo y lánzate al color: menos ácido y más pastel. Much más otoñal. En Mango, las opciones son muchas, y no caigas en la trampa del “seguro que me encuentro a otra con un vestido igual”. Que al final todo el mundo piensa lo mismo y de todos modos acaba pasando con los vestidos que se suponen más exclusivos.
Si quieres, intenta evitar estampados para que si se da el caso, sea menos obvio, y opta por colores lisos para que los accesorios siembren la duda.
Los drapeados son siempre muy favorecedores y son otra de las tendencias de este otoño 2009.
Otra tendencia al alza y que además es perfectamente reutilizable para cualquier otra fiesta, son los brillos. Las paillettes y la purpurina son animales nocturnos y de ocasiones especiales (puedes llevarlos también de día siempre que minimices su efecto cegador y discotequero), y la ventaja que tienen es que al acaparar todo el protagonismo, requieren poco complemento. Estos dos escuetos pero protocolarios modelos, son de Paul & Joe.
En BCBG tiene siempre unos vestidos de cóctel fabulosos. Por un poco más de 200 euros puedes lucir estupenda. Mis preferidos de la colección de otoño-invierno son este trío de ases: en rosa y a base de volantes, en grana y asimétrico, y azul y escote súper romántico.
Y si para el día está casi todo permitido, especialmente este año, los vestidos de noche son más austeros que nunca: cortes clásicos, colores apagados y una apuesta segura por tiempo ilimitado.
Si eres preppy hasta la médula, apuesta por Topshop. Tiene vestidos ideales para no caer en lo ñoño. O sí, en plan baile de promoción pero con un toque kitsch y divertido.
El sueño de muchas sería poder hacerse con un Marchesa de ensueño…¿qué os parecen estos modelos de la colección Notte? Pues que sepáis que sus precos no son tan desorbitados y por algo más de 500 euros, podéis tener uno en casa. Una inversión a largo plazo.
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