Ya nos contaba Chloe hace unas semanas que los volantes eran una tendencia de la última temporada. Es una moda que viene pegando fuerte desde el año pasado, pero que ha pasado de los ruedos de las faldas en su más pura inspiración andaluza al pecho y las mangas.
Era más normal verlos en faldas y vestidos, aunque algunos diseñadores ya se habían atrevido con blusas y detalles en la parte superior de los diseños. Sin embargo, parece que ahora se ha desatado la locura entre las firmas a pie de calle por las blusas con volantes que pasan de ser capas a ser plisados en mangas o desestructurados en toda la figura. Algo así como retazos unidos frágilmente que me recuerdan la ropa de algunos mendigos, pero con un toque más chic.
¿Quién dice que no se puede rescatar nada de la calle? Al contrario, ahí es ahora donde muchos buscan su inspiración, en el día a día y en lo que nos propone el medio urbano. Pero no se asusten, que para las más conservadoras esta propuesta viene en un estilo más romántico, desde sobrias camisas para ir perfectamente femenina a la oficina, a blusas halter con el detalle en el frente o algunas más campiranas y relajadas para el verano.
El secreto de los volantes en las blusas es saberlos convinar con algo que no lo recarge. Así que olvídense de las faldas anchas o circulares. Más bien, la tendencia va con algo pegado en la parte inferior, ya sean unos vaqueros pitillo o unos pantalones de corte impecable y recto, una falda de cigarrera o unos pantaloncillos cortos.
En cuanto al calzado depende del estilo que quieran proyectar, pero lo ideal pueden ser unas sandalias de cruz o unas plataformas. Se llevan mucho en blanco, reinterpretando la típica camisa, pero también una se puede atrever con los colores. Sino miren la fabulosa camisa roja de Oscar de la Renta o la blusa azul eléctrico de Robert Rodríguez. Son mis favoritas.