A pesar de sus playas vírgenes y una curiosa iglesia del siglo XVI, es el pueblo más feo de Ibiza

Aunque su población apenas supera los 150.000 habitantes, Ibiza recibe millones de turistas cada año por lo espectacular de sus paisajes naturales y el encanto de su estilo de vida. Además de por su animada vida nocturna, claro está. Sin embargo, en los 571 kilómetros cuadrados que tiene la isla, no todo puede ser idílico y ni esta isla Balear se libra de tener un pueblo más feo que el resto.

Como sabemos que la belleza es algo subjetivo que reside en el ojo de quien mira, hemos recurrido a un método más técnico para descubrir cuál es e pueblo más feo de Ibiza. De este modo, le hemos preguntado al oráculo que todo lo que la gente comenta en Internet lo sabe: ChatGPT. Así ha dictado que el lugar que menos gusta la isla es Sant Jordi de Ses Salines.

Esto se debe principalmente a que, al estar ubicado cerca del aeropuerto y rodeado de carreteras principales, no tiene ese encanto pintoresco de otros pueblos de Ibiza. No obstante, tal y como nos recuerda la propia inteligencia artificial: incluso lo "menos bonito" sigue teniendo algo especial en Ibiza.

En el caso de Sant Jordi de Ses Salinas, ubicado al sur de la isla y perteneciente al municipio de San José, además de por su proximidad al aeropuerto, es conocido por estar situado muy cerca de la zona turística de Platja d’en Bossa y de la ciudad. Además, resulta imprescindible visitar su majestuosa iglesia fortificada, rodeada por un patio lleno de flores y palmeras.

Este templo se cree que ya existía desde antes de 1577 y que su origen se encuentra en las necesidades espirituales de las personas que trabajaban recogiendo la sal en los estanques de ses Salines. No obstante, allí se escondían también los vecinos de los ataques de los piratas filibusteros.

Este carácter de fortaleza se hace evidente en el hecho de que sus muros maestros sean oblicuos y de que estén coronados por almenas. Más tarde, en el siglo XVIII, cuando ya no fue necesario el uso defensivo del templo, se levantaron las capillas laterales.

No obstante, al estar situado muy cerca del Parque Natural de Ses Salines también ofrece numerosas playas vírgenes donde disfrutar del mar, como Es Codolar, Sa Sal Rossa, Ses Salines o Es Cavallet. Además, de camino al aeropuerto se ubica un hipódromo donde los sábados se celebra un mercadillo con objetos de segunda mano, artesanía y ropa.

Foto de portada | Frank Vincentz

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