Ni Cadaqués ni Sitges. Los pueblos catalanes que más bonitos están en otoño para hacer sin falta una escapada son estos cinco

Con permiso de la primavera, el otoño es la época del año en la que más bonitas están muchas zonas de España. Esa temperatura en la que ya no hace calor pero tampoco frío, los días que se acortan, el tono rojizo que adquiere la vegetación... Además de que muchas zonas masificadas durante el verano vuelven a quedarse vacías. En especial, el otoño llama a hacer escapadas por pequeños pueblos medievales de montaña y zonas rurales de interior. Yo, en mi lista de las que haré este año, tengo apuntados estos cinco pueblos de Cataluña imprescindibles para visitar antes de Navidad.

Castellfollit de la Roca

Castellfollit de la Roca es un pequeño pueblo que se alza sobre un espectacular risco basáltico de 50 metros de altura y casi un kilómetro de largura, recortado por el río Fluvià. Es una de la puertas de entrada al Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Además, tiene la peculiaridad de que su barrio viejo se asienta sobre un riscal basáltico formado por dos coladas de lava superpuestas. Sus estrechas callejuelas desembocan en la antigua iglesia de Sant Salvador, en el extremo del risco, donde se se encuentra mirador de vistas espectaculares.

Siurana

Solo dos horas en coche separan Siurana de Barcelona. Menos de 1000 habitantes viven en este encantador pueblo ubicado en un peñasco entre la Sierra del Montsant, la Gritella y las Montañas de Prades. Lo que lo convierte en un paraje famoso tener un impresionante mirador a la comarca del Priorat, desde el que se contempla una de las mejores puestas de sol de Cataluña. Además, conserva tanto su encanto de antaño que permaneció sin asfaltar hasta el año 1993. Además de disfrutar de la tranquilidad de su naturaleza y viajar al pasado, es un destino excelente para los amantes del vino por sus bodegas.

Mura

Su vegetación y fauna abundante han vinculado desde siempre a los habitantes de Mura a la tierra. Aunque en la actualidad muchos de sus bancales y viñas están abandonados, este pueblo de montaña conserva aún ese encanto rural y de una Edad Media que estuvo llena de esplendor. Es algo que podemos apreciar, sobre todo, en las casas de piedra de su casco antiguo o en la iglesia románica de Sant Martí. Además, en otoño, los bosques que lo rodean se tiñen de preciosos tonos rojizos.

Rupit

Si buscas un pueblo medieval de los de cuento, a menos de dos horas de Barcelona tienes Rupit. Además de por sus entrañables casitas de piedra, es famoso por tener la cascada más alta de toda Cataluña: el salto de Sallent, con una caída libre de unos 115 metros. Además,  hay que recorrer un camino muy particular para llegar a su centro histórico. Son muchos los motivos por los que la Organización Mundial del Turismo lo incluyó en su lista de Best Tourism Villages 2022.

Pals

Un precioso pueblo medieval situado en la comarca del Baix Empordà (apodada la Toscana española), en la provincia de Girona. Se encuentra a unos 5 km de la Costa Brava y es conocido por su hermosa arquitectura medieval y sus vistas panorámicas de la zona. Además, el núcleo antiguo se sitúa en una pequeña montaña y está formado por un laberinto de calles estrechas y empedradas, casas de piedra y edificios de gran valor histórico y arquitectónico.

Foto de portada | Anglas

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