El Imperio Romano se esconde en esta curiosa villa medieval a solo 1 hora de Valencia

No es un meme, en España no podemos dejar de pensar en el Imperio romano porque tenemos la suerte de tener grandes monumentos y ruinas fruto de los más de 600 años que los romanos dominaron la península ibérica. Algunas son tan famosas como las de Tarragona, Cartagena o Lugo. Sin embargo, puede que todavía no hayas oído hablar de las termas escondidas de Toledo o incluso de la impresionante villa que se encontró por casualidad cerca de Valencia.

Hablamos de las ruinas de Ènova (comarca de la Ribera Alta, provincia de Valencia). Y es que los orígenes de este pueblo se remontan a la época romana, como demuestran los hallazgos arqueológicos descubiertos en 2003 por los trabajos de la línea férrea de alta velocidad que conecta Madrid con Valencia.

Entre los restos destacan los de una antigua cantera romana y lápidas escritas en latín con los nombres griegos de esclavos como Leonas, Vibio Éutico (Vibius Euthycus) e Himeto (Himetós). Construidas con materiales procedentes de estas canteras, se conservan en la fachada de la iglesia y cerca del cementerio, lugar donde existe una Villa romana que data del siglo I a.e.c al siglo II e. c.

Los trabajos arqueológicos también sacaron a la luz una zona de vivienda y un área artesanal y de almacenaje dedicada al procesamiento del lino, todo propiedad de Publius Cornelius Iuniani. Se ha podido determinar que la villa tuvo cuatro siglos de existencia, desde su edificación a finales del siglo I e.c. hasta la caída de su techo y las paredes a mediados del siglo V e.c.

Una de las cantera de mármol más importantes de Europa

Aunque, en particular, es la cantera lo que está considerad de mayor importancia ya que es la cantera romana de mármol mejor conservada en toda la Comunitat Valenciana y una de las mejores en toda Europa Occidental. Se trata de la Cantera de Els Quatre Camins, también conocida como Llosar dels Francs (porque está situada junto a una carretera en la Partida dels Francs).

Esta se encuentra al aire libre y se puede visitar en cualquier momento. La comercialización del mármol que se extraía de ella fue la principal fuente de riqueza de la familia Iunii, de la Tribu Galeria. Con él se hacían lápidas sepulcrales, monumentos de distintas dimensiones, losas y zócalos.

Las marcas conservadas en la cantera permiten observar cómo se extraía el mármol en forma de bloques rectangulares que eran transportados a los talleres sobre carros con bueyes. Después eran cortadas para enviarse a las diferentes ciudades del Imperio Romano.

Procedentes de la cantera romana de L'Énova han salido piezas de mármol que, a día de hoy, se encuentran repartidas por el mundo. Por ejemplo, en Roma, en la Villa dei Quintili. Aunque también lo encontramos en las losas del teatro romano de Zaragoza o en Valencia capital. Más concretamente, en la portada románica de la Catedral de Valencia, donde se puede encontrar su característico mármol con tonalidades rosáceas y amarillentas.

Foto de portada | Valencia turismo

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